Fome
(Columbia/Sony, 1997)
/ROCK CHILENO/ Tras la racha exitosa del disco LA ESPADA & LA PARED (1995; puesto 3º entre los mejores discos chilenos reseñados en este blog durante el período 2005-2010) y el registro del UNPLUGGED (1996) en Miami vía MTV, para Álvaro Henríquez y su gente llegó la resaca, el punto de tensión que tuvo su reflejo en FOME. Esa carátula en rojo, con la amena foto de un padre de familia hojeando un fascículo de la Enciclopedia Salvat Monitor junto a sus hijos, da paso a una obra llena de amargura y desesperación, de sarcasmo tiznado y catarsis indisimulada. Su elección de "Bolsa de mareo" como primer sencillo promocional ya era inusual (un caso análogo al de Radiohead, ese mismo año, aireando "Paranoid android" sin arrugarse): el tejido noise pop mareante, los redobles de Pancho Molina que emulan a los que hizo Ringo Starr en "Tomorrow never knows" de los Beatles y esa letra llena de imágenes confusas (Quisiera entender/La gravedad/La de un niño enfermo/Por volar) son elementos que no provocaban indiferencia. Más ruido habemus en el ceremonial con trémolo en "Libreta" y sus juegos de palabras (Contigo o cintillo/Volverá/Sin tú ra con tumor). Más contención hay cuando Henríquez afronta solo "Me arrendé". "Toco fondo", "De hacerse se va a hacer" y "Antes" se retuercen más y más en sus versos, mientras sus melodías hacen un sano contrapeso. "Olor a gas" entrega en envase sesentero una escena doméstica y trágica, la de quien muere intoxicado por un escape de gas, narrada con sarcasmo poético y engalanada por Ángel Parra mediante su slide guitar de padre y señor mío (Café Tacuba la versionarían más tarde). "Jarabe para la tos" mezcla el desencanto amoroso con los tics publicitarios más archiconocidos. En un par de momentos el acordeón se vuelve un elemento clave, pulsado por Titae Lindl: "Fealdad" y la historia de infidelidades con latas sucias y un fierro ardiente de "Pancho" se acercan al folclor francés y al country lastimero sin dejar de sonar a Los Tres por completo. Y si se trata de hilar otra historia singular, ahí tienen "La Torre de Babel", rockabilly contagioso (hasta mi madre lo puede decir) donde escuchamos lo que le pasa al cigarro Gabriel, con moraleja y todo. Antes venía el ensayo con tintes bluegrass de "Silencio". Hacia el final, como no todo puede ser tan amargo en FOME, se incluye una canción divertimental que Henríquez inició mientras hojeaba las Páginas Amarillas en la sección de restoranes. Justamente, se llama "Restorán", y acaba con una cita al "Ríe" del Jappening con Ja. El conjunto se completa con instrumentales colocados como bisagra: "Claus" al principio y "Largo" en el cierre, con Titae al órgano y Álvaro en la batería. Piezas que dan vida a posiblemente el mejor disco de Los Tres, que Columbia lanzó también en vinilo por aquel tiempo, elegido por Revista Rock & Pop como el mejor álbum nacional del año.
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