INFOLIOS DE ESTE TIEMPO Y OTROS: la muerte del alma chilena según José Ángel Cuevas

Ya cumplidos los 40 años de ese momento triste y doloroso que fue para Chile el Golpe Militar, y perdonen que insista con el tema, se hace estrictamente necesario revisar un librito de José Ángel Cuevas, poeta o ex-poeta como se ha hecho llamar a veces, publicado cuando se cumplieron 3 décadas de ese día ingrato: 1973 (LOM, Colección Libros del Ciudadano, 2003). Al comenzar, su autor se detiene en el desprecio que se ha hecho de la poesía política, a diferencia de otras modalidades líricas. Por esto (dice Cuevas): excusas a los señores lectores. Así Es La Vida, lo único que cabe repetir. 

Lo que se hace en las poco más de 70 páginas es poner sobre la mesa un cúmulo de voces distintas que hablan a su manera, sea de forma espontánea o adoptando maneras formales, periodísticas o apuntando como en un documento, incluyendo las expresiones "comuníquese, publíquese y archívese" y "se le responde", sea al amparo del alcohol o vagando por las calles. 1973 mete el dedo en la llaga (la muerte del alma de chile, como se escribe en el "Poema 91") en cuatro segmentos: Exhumación, Testamentaria, Una Pluralidad de Hablantes y Ajuste de Cuentas. Lo justo para que tengamos señales de que, por ejemplo:

La Angélica Araneda se tomó todo todo el diazepam
de la ciudad de arica
¿por qué? ¿para qué?/
Para poder resistir/ el peso de una dictadura neo fascista/ empresarial/ neo liberal
sobre toda ella y su vivir ("Fragmentos/ mutilaciones y documentos públicos")

O para hablar de "Las personas malas" que cargan con el peso de las muertes que ellos concretaron mientras siguen con su vida común y corriente. O para increpar a las Fuerzas Armadas y a Carabineros por haber actuado contra el pueblo chileno y a favor de las facciones del Gran Capital. O para considerar la idea muy latente de que las militancias políticas, aunque digan estar con el pueblo y los trabajadores humildes, suelen volverse limitancias que petrifican el andar de quien expresa sus ideas ("El templo", "Poema 290: El absurdo teórico"), incluso haciendo una reflexión existencial/ideológica muy valiosa: Uno mismo es un partido fracasado/que en desorden/vaga por la vida ("Poema 88"). O para observar la distancia entre las acciones socialistas artísticas y emotivas de antes y la predominancia del consumismo de multitiendas de malls hoy en día ("Poema 267"). También para hacer una especie de oración por los que cayeron y los creadores que estuvieron con los que buscaban ese destino mejor para la gente, pidiendo paz para todos ellos ("Poema 452: Se reitera por última vez"), y ya en el final invitar a los más jóvenes a construir un día a día especial:

Construye una Gran Revolución dentro
de ti/ muchacho/ una sociedad dentro de
ti/ (...)
Una ciudad de cariño recíproco/ montada
sobre una instalación de espejos infinitos/
dentro de ti ("Poema semifinal")

Sigue tu camino gasta tu poca plata/ Esta
ha sido tu porción de vida nacional. Vale ("Poema final")

1973 es un acercamiento completamente valioso al horror que Chile no merece volver a vivir, todo un acierto de José Ángel Cuevas. Comuníquese, postéese y archívese.