10 AÑOS DE TELERREALIDAD EN CHILE: 15. Las Argandoña: Mujeres de Familia

Tal vez en otro momento lo que pretendían Raquel Argandoña y su hija K3l hubiera sido exitoso, porque Las Argandoña: Mujeres de Familia estaba ensamblado como corresponde, era visualmente atractivo, tenía un ritmo muy fluido y buena musicalización. Pero en estos tiempos de malestar social y empoderamiento popular en las calles y en la web (Loreto Aravena alzando la voz en Twitter), lo suyo fue un fracaso, ¡FUE UN FRACASO! Desde que alguien filtró el dato de las cantidades que recibirían madre e hija por realizar este docureality (o como Julio Cortázar decia en RAYUELA (1963), la noticia corriócomounreguerodepólvora), cifras de enormidad grosera a todas luces y sombras, muchos se encargaron de hacer pebre un proyecto que TVN puso al aire, con resultados de sintonía rácanos. Primero se emitió un martes, luego se corrió al miércoles y finalmente quedó relegado al sábado. En realidad no creo que sólo a las Raqueles les pagan mucho, también otros rostros como Tonka Tomicic, Karen Doggenweiler de MEO (¿futura Primera Dama? Mmm...) o Sergio Lagos deben recibir relativamente mucho cash, pero no se filtra eso, y no es necesario. En la mesa hablar mucho de dinero es feo. Como pocas veces en la vida, la Sra. Raquel, la misma que tiene sus momentos buenaonda pero lamentablemente sus arrebatos prepotentes manchan la percepción que uno podría tener de ella, con el cogoteo a una reportera de INTRUSOS (La Red) como lo más patético de su parte, debió morder el polvo de la derrota. Y eso le quedará dando vueltas en su cabecita for life, sin exagerar. Y si se trata de parodias, en El Late con Fabrizio Copano delinearon notablemente Las Raqueles: Viejas de Familia, deformación magistral con Sergio Freire como la Argandoña, el propio Fabrizio Copano como K3l e incluso como Hernancito, un esqueleto como la abuela de Raquel y Rodrigo Salinas como Fino Cabezas, el director del canal que les transmite el programa, que llega a hacerse pasar por Hernán Calderón. O sea, ¿qué onda? No hubo onda. No se puede ganar siempre.