En mi condición de catador ocasional de series norteamericanas, tengo claro que no cualquier cosilla me seduce. Jamás intenté abordar el hiperenredo de Lost, la acción de 24 no provoca en mí reacción, Nip/Tuck no me mueve ningún tejido de piel, y así podría seguir hasta que cierren. Sí me trago las tandas archirrepetidas de SEX AND THE CITY en La Red, vi unos cuantos capítulos de Esposas Desesperadas, y me molestó que TVN pasara muy pocazo de Californication. Y todavía me pregunto por qué mierda ningún canal de acá se jugó por pasar Six Feet Under. No lo sé, quizás será que el grueso de ese material no representa directamente mi idio(ta)sincracia chilensis, o quién sabe.
Y si se trata de excepciones, una nueva me ocurre con GLEE (Canal 13, viernes 22:05), cuya trama nos presenta a un grupo de estudiantes de secundaria, que forman el Club Glee, donde cantan y bailan con miras a competir de forma seria. Will Schuester (Matthew Morrison), profesor de castellano, es su tutor, o al menos intenta defender su postura, mientras ciertos personajes tienen una actitud derechamente repudiable, deseando que a estos chicos "poco populares" les vaya mal, como el entrenador de fútbol americano, o doña Sue, la jefa de cheerleaders, a quien yo putearía de arriba a abajo si me la topara; lo único bueno de esta infame es su colección de trajes Adidas Originals. Viendo y oyendo a la apasionada Rachel (Lea Michele), Mercedes (Amber Riley), Finn (Cori Monteith) y Kurt (Chris Colfer), entre otros chiquillos, uno se motiva de verdad, pues hay ocasiones en que el poder de la música merece una oportunidad en tu vida, y te lleva a desafiar la corriente de la humillación histórica, la marea de los canallas que todavía defienden la idea de separar entre "populares" y "perdedores" (¿se acuerdan de la Logia que salía en Corazón Rebelde?), de acallar como sea el volcán creativo que todos hemos atisbado, pero que no todos atienden. Se me eriza la piel si oigo el "Don´t stop believin´" de Journey versionado por el Club Glee, pues en esa interpretación está la esencia de lo que digo. GLEE significa Alegría, y la alegría cantarina de la resistencia está representada a concho. Es tal el impacto, que varias figurazas de la música han cedido sus canciones para ser usadas, ¡sin cobrar ni una chaucha!, como Rihanna y Paul McCartney. Si yo fuera así, haría lo mismo. Imperdible como panorama de día viernes, para gozarla tomándose una bebida anaranjada como la que auspicia. Nerds, ñoños y burgueses del rebaño, ¡únanse!
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1 comentario:
En realidad leí tu comentario y pensé que ibas a escribir algo en contra de mi serie Favorita de Todos los Tiempos Glee!!! obvio..
pero la leí con toda la seriedad posible... me encantó escribes tantas verdades.... cosas que calan adentro en el corazón... y soy contigo una de las que todos los días que dan Glee.. llámese jueves a las 22hrs en el Fox... viernes a las 21 tambien en el Fox.. Viernes Canal 13 22 a 00 hrs seria largo enumerar.. me siento a beber esa bebida naranja de perdedores jajajja... me siento identificada con lo que tú escribes.. Grande Glee... me he reído, he llorado, me ha pasado de todo con Glee... y aunque me sepa los capitulos de memoria me suceden las mismas cosas todas las veces que los vea!!!
Felicitaciones por tu reseña
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