PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: Shakira vuelve a su vertiente reposada

El martes pasado Shakira hizo su concierto en el Estadio Nacional, con Francisca Valenzuela como telonera. Las notas al respecto hablaban de una presentación con problemas de audio y con la barranquillana complicada. Sea como sea, ya hemos dicho que ella suele oscilar entre creaciones dignas y pelotazos de un populismo irritante. "Waka waka", "Me enamoré" (¿seré yo el único que pilla allí el leve robo de una melodía a los Arctic Monkeys?) o sus featurings con Maluma o Nicky Jam corresponden al ansia por vender, vender y vender: lo que se dice adoptar la moral nada distraída del fabricante de salchichas. Pero todavía puede aparecer la Shakira consistente. Y en "Nada" la tenemos de vuelta, hablando de lo que es perder al amor de tu vida, sintiendo que lo material que te rodea es una piltrafa inútil. Pop lloroso destinado al karaoke de estadio. Los que se saben de memoria PIES DESCALZOS (Columbia, 1995) o ¿DÓNDE ESTÁN LOS LADRONES? (Columbia, 1998) van a estar contentos. Quizás no sea mejor que "Can´t remember to forget you" (ese sencillo cantado con Rihanna), pero se defiende bien, como gato de espaldas.