MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: el Rey Felipe VI contra la Generalitat catalana

El domingo pasado, en un post que imitaba la sección Buena Idea, Mala Idea de Animanía, esa serie de monos creada por Steven Spielberg, manifesté que estaba en completo desacuerdo con el plebiscito mediante el cual Cataluña quería hacerle saber al resto de España su deseo ferviente de independizarse por completo. Fue una jornada tan agitada que el FC Barcelona tuvo que jugar con el Camp Nou vacío. Justamente Gerard Piqué, jugador blaugrana, votó como muchos otros catalanes. Los organizadores confirmaron que más del 90% marcó por la opción Sí. La Policía Nacional Española intervino en algunos de los colegios que eran locales de votación, reprimiendo de una manera vergonzosa a los participantes. Algo que no da lo mismo. Durante la jornada de ayer, el Rey Felipe VI rompió la tradición de solamente dar un mensaje en cadena nacional para Navidad, y se refirió a lo ocurrido el domingo. Fue durísimo con la Generalitat de Catalunya, cuyo mandatario es Carles Puigdemont, acusándolos de irresponsables y de violar la Constitución española, entre otras cosas. Con el dato duro de los lumazos y este discurso intragable ya puedo cambiar de opinión con toda propiedad. Más todavía si me entero que el pueblo catalá ha sido reprimido por mucho tiempo: en el siglo XVIII, el Rey Carlos III les prohibió hablar su propia (y hermosa) lengua, y el miserable de Francisco Franco hizo lo mismo en pleno siglo XX. ¿Les parece poco? Razón tienen de aborrecer la monarquía, impuesta por el propio Franco antes de morir, con personajes que parecen hechos para ser carne de revistitas de farándula; me acuerdo de cuando la periodista Pilar Rahola hablaba de eso hace 13 años, durante una entrevista dada a Carola Urrejola en Radio Concierto. Apagar el fuego con más bencina, eso es lo que hizo el Rey, mientras el poble catalá salió a marchar de manera completamente pacífica, en un gesto de resistencia que yo aplaudo de corazón. Esto no es ningún capricho progrezombie. Esto es hacerse respetar ante el mundo. Puigdemont declaró que en un par de días declarará la independencia, pase lo que pase. El Presidente Rajoy, el mismo procedente del corrupto Partido Popular (PP), está que se sale de ganas de reprimir como sea. Ojalá no haya ningún baño de sangre. Aunque mi apellido materno es Núñez, de origen vasco, hoy me siento más catalán que nunca. Así que vamos cambiando el letrerito podrido de "Catalunya ès Espanya" por uno que diga, fuerte y claro: VISCA CATALUNYA LLIBRE!