PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: cosa viva

JULIO CORTÁZAR
Cortázar Lee a Cortázar
(Laberinto, 1966)

/AUDIOLIBRO/ Para el autor de BESTIARIO (1951) la sensación general que provocan los discos de escritores es de cosa muerta, y puede volverse una experiencia aburrida a los 4 ó 5 minutos de reproducción (un ejemplo crudo sería escuchar la voz nasal y leeeeeenta de Pablo Neruda). Por eso mismo, el Cronopio Mayor sugería que quien pusiera este LP, juntura de grabaciones hechas por Julio Cortázar Descotte desde su casa en París, no se privara de hablar con otros mientras su voz suena. Además, el argentino decide aprovechar el minutaje de las cintas leyendo textos breves, complementándolos con comentarios sobre la situación climática del momento y sobre su voz, que al parecer siempre fue así, no es que el hombre se haya "afrancesado" al establecerse en la Ciudad Luz, donde estuvo mucho tiempo hasta su muerte en 1984, al punto que se le concedió la nacionalidad gala por gracia; su supuesta mala pronunciación le costó incluso perder un trabajo como locutor de boletines informativos. Sin duda los mejores momentos de CORTÁZAR LEE A CORTÁZAR son cuando Julio lee "Continuidad de los parques" (en FINAL DEL JUEGO, 1956), "Filantropía", "Correos y telecomunicaciones", "Conducta en los velorios" y un par de capítulos sacados de esa cumbre novelesca pelacable llamada RAYUELA (1963): el 68, escrito íntegramente en el ficticio idioma glíglico; y el 32, donde aparece una carta que la Maga le escribió a Rocamadour, el bebé que tuvo con Horacio Oliveira y que murió mientras el perla se fue a ver el concierto de piano de Berthe Trépat, una carta maternal que sigue siendo conmovedora en estos tiempos. Lanzado durante el mismo año en que Julio publicó TODOS LOS FUEGOS EL FUEGO, libro que comenzaba con el memorable cuento "La Autopista del Sur", este vinilo es un documento grato y excepcional para todo el que se diga cortazariano de pro, y mucho más en este año y este mes donde se cumple el centenario del Cronopio Mayor (para ser más preciso, el 26 de agosto). Y no es el único disco suyo: hay otros registros sonoros como CORTÁZAR POR ÉL MISMO, UN LIBRO SONORO (1970), u otro donde aparece leyendo en la Casa de las Américas de La Habana. La voz y las palabras de Cortázar siempre serán cosa viva.