INFOLIOS DE ESTE TIEMPO Y OTROS: Homenaje a Mario Benedetti (I)

Llegó el momento de referirme a parte de lo que ha creado Mario Benedetti, literato uruguayo fallecido hace una semana. A principios de esta década, Editorial Sudamericana reeditó gran parte de su obra, en formato de bolsillo; me habré comprado dos de aquellos libros, con la foto del autor en las tapas y el lomo. Uno de ellos es el que presenta dos poemarios que publicó tras la célebre novela LA TREGUA (1960), e igualmente sucesores de POEMAS DEL HOYPORHOY (1961): NOCIÓN DE PATRIA (1963) y PRÓXIMO PRÓJIMO (1965).

Noción de Patria comienza con un epígrafe de Nicanor Parra: Además una cosa:/Yo no tengo ningún inconveniente/En meterme en camisa de once varas. Esa supuesta camisa vendría a simbolizar la crítica a los ademanes públicos y del poder, la mirada a la patria y a los viajes, el desprecio del rico al pobre que no tiene más para convencerlo ("Pregón"), la incredulidad si es que el paisaje llega a cambiar ("Esta ciudad es de mentira"), el nacionalismo sangriento ("Bandera en pena"), y hasta la misma muerte ("Juego de villanos"), sin olvidar el trecho que hay entre sentir un dolor e intentar escribirlo inútilmente ("Poema frustrado"). Ya en el terreno más personal, Benedetti se atreve a anotar un sueño tonto, acerca de un lápiz que escribía todo en inglés ("Pesadilla"); o se pone a reflexionar sobre la vejez, como dice en "Turning point": Sólo hasta ayer/fui joven/hoy/empecé a ser viejo//(...)//de todos modos/celebré el cambio/con un dolor intenso/divertido/que comenzó en el antebrazo/izquierdo/y se quedó un instante/junto al corazón...; o véase "Flor de piel": Esta piel de mis poros/y mis alergias/esta piel de mis pecas/y mis pecados//(...)//dentro de quince/de veinte años/dentro de veinte/treinta minutos/será un hollejo/será una pasa/un viejo odre/sin vino nuevo. También crea un llamado a que las parejas jóvenes se amen de inmediato ("Todo el instante"), juega con la terminología de la contabilidad ("Balance"), escenifica lo que ocurre en un jardín ente el amor y el desamor ("A la izquierda del roble"), y aporta a la antología de cualquier señorito que desee declararse con "Corazón coraza", poema de amor entrañable y citable (que lo diga José Luis Rosasco). De estos 20 textos, creo que "Calma chicha" es el único que sobra de frentón.

Por su parte, Próximo Prójimo, cuyo título viene de una cita de Antonio Machado, y donde se escoge un epígrafe de Sebastián Salazar Bondy ("Permítanme decir que la poesía es una habitación a oscuras"), parte con "Los descansos", una divagación sobre lo incansable de la angustia que conduce a imaginar que el sueño es nada más que una vacía/sinopsis de la muerte. Esa imagen de la bandera que aparecía en Noción... tiene un leve parentezco con la de la camisa que abraza el aire en "Socorro y nadie", texto imaginista. "Currículum", que a posteriori musicalizará Joan Manuel Serrat, hace el cuento muy sencillo sobre esta vida y este mundo (en su mejor momento una nostalgia/en su peor momento un desamparo/y siempre siempre/un lío). "Eterno" indaga en la posibilidad de convertirse, al morir, en una voz tan breve... "Estaciones" irrumpe como lo más optimista que Benedetti haya puesto en tales páginas, "No ha lugar" queda como una queja retórica, "Tango" tiene tal maña, tal arte puramente suyo (y bien ejecutado), y así hasta los tres ejercicios endecasilábicos de lujo ("Hasta mañana", "Ceniza" y "Marina"), y el poema titular, ajuste de afectos y desafectos completamente luminoso, de corazón a corazón. Ambos libros merecen ser devorados con los debidos honores.