Si de casualidad llegas
a encontrar esta mochila
sucia y desgastada
y ya no vuelva a tenerla conmigo,
has de saber que su peso excesivo
se debe al tiempo cruel e irónico
en que la he llevado, al trote de asientos,
camas y discusiones acumulados,
a proyectos ácidos sin terminar.
Menudo cacho debe ser incinerado
antes que me incineren.
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