Me corrige este cielo con puntos de luz no comunes, me corrige
este dulzor del café con leche cuya espuma sabe estar
en su lugar, me corrige el viento con capa de justiciero,
me corrige el tono de las que me dan las galletas
cuando pensaban que nadie las iría a ver, me corrige el
neón nuevo de la tienda nueva y sus formas tan cosmopolitas,
me corrige todo esto y estoy contento de estar equivocado. Si hace
dos segundos estaba con dudas muchas sobre mis pasos
y el temblor catastrófico que generarían
al salir tras cerrar la puerta,
aquello ya es anécdota rasgada, hoja
que pasará de amarilla a café caduca,
muerte caminante que sólo convoca a la muerte
(la suya). Bendita corrección
de lo que me rodea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario