PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: sobre un compilado de Michita Rex

Sacarse el sombrero ante la labor de Michita Rex es un deber en los tiempos que corren. Porque este sello, fundado gracias al ingenio de personajes como Gerardo Figueroa o Pamela Sepúlveda aka Fakuta, le ha sabido tomar el pulso a propuestas sonoras made in Chile que lo mismo invocan al espíritu de la experimentación y entregan enfoques pop para atesorar. Una probadita de lo anterior vendría a ser el muestrario MÚSICA PARA EL FIN DEL MUNDO VOLUMEN 2 (2011), conformado por 16 temas. Escarbar en este abanico de posibilidades merece la pena, si se fijan en los ganchos pop de la propia Fakuta ("Al vuelo", del notable disco del mismo título) y Dadalú ("No sé empezar"), las elongaciones cold wave de la colombiana Lido Pimienta (única aportación de la extranja, Felipe Bianchi dixit, con "Progreso"), el misterio de Los Embajadores y Voz de Hombre (proyecto solista del 50% de ese dúo), el "Rebaje de Ipanema" de Midiset (reutilizando el pulso del reggaetón decentemente), las "Asimétricas" por De Janeiros (saturación cósmica), la chillwave chisporroteada de Maifersoni, el shoegaze techno de Costavisión, el trote de Niños del Perú, Namm y su "Geografía" sintéticamente hermosa, el dictado de Ivo Vidal ("Glosario de ejercicios"), el post pop melodramático en los huesos del mencionado Figueroa ("Ausencia presente"), la balada muy a lo Javiera Mena de Andrea Roca ("Intentos", menudo cierre), Nawito Dúo con un ejercicio de guitarra clásica, y el folk de Samanta ("Ropa nueva", cuya escueta letra apunta a una costumbre típica de ciertas damas, y cuyos armonios me recuerdan un poco al "England made me" de Black Box Recorder). ¡Larga vida a Michita Rex, caramba!