CAJA MALDITA: Franzani deambula por su Gran Avenida

Suelo pensar que las últimas incursiones en pantalla de Ignacio Franzani se han quedado a medio gas. Ya saben lo que pasó el 2010 con A/Z: iba a ser un espacio de mediodía, y tras esa histórica postergación acabó como un late show de entrada prometedora que perdió fuelle y magia, dejando a dos colaboradores como Nata Valdebenito y Fernando Larraín, dos arietes acostumbrados al protagonismo jondo, como segundones (una pena). Luego, lo de Fruto Prohibido (o si quieren llámenlo Fruto Podrido, como dijo Pamela "Abuela" Jiles) junto a Kathy Salozny era un estelar farandulero tibio tibio que servía como relevo del Animal Nocturno que condujo Felipe Camiroaga (descansa en paz, querido Halcón); uno de esos programas que sólo vale la pena ver por algunos invitados atractivos, ítem donde yo escribiría los nombres de Tanza Varela, Kel Calderón o Camila Vallejo (sorry si les molesta que las ponga en el mismo párrafo). Entremedio, el novio de Carola Varleta presentó las entrevistas de Sin Maquillaje, especie de réplica chilensis de Inside the Actor´s Studio, pasada en franjas horarias donde quedaba inubicable (trasnoche de sábado, tarde dominical).

Por lo anterior, uno espera que con GRAN AVENIDA (TVN, martes después de ADOPTA UN FAMOSO; repetición, sábado después de DIVIDIDOS) no ocurra lo mismo. Tamaño espacio viene a ser un semanario pluricultural de recambio, una nueva propuesta que no se parece ni de lejos al Hora 25 de Augusto Góngora, menos mal. Acá, Franzani une los puntos de una travesía por lo que el entorno urbano puede ofrecer. De lo ya exhibido podemos destacar cosas como el diálogo con Giorgio Jackson (ex dirigente de la FEUC), un encuentro con Manuel García en el Campus San Joaquín de la Universidad Católica, la nota sobre la revista Cariño Malo (Jocelyn Medina posando en un taller mecánico se colaba, qué rico) y una entrevista a Los Bunkers en México. Arranca unas cuantas risas también ver al muchacho en degustaciones culinarias, como cuando pasó por el Mercado Central (acompañando a varios turistas) o el Persa Bío Bío, y allí cabe preguntar abiertamente: ¿resistirá de veritas el estómago de Ignacio tanto ir y venir probando? Por su lado, no se queda rezagada la sección ¿Qué Estás Escuchando?, donde se averigua qué suena en los audífonos de los transeúntes (pálidos o no) en algún punto de Santiago; los resultados van desde el hostigoso reggaetón hasta quienes se aferran a David Guetta, Inna, el "It´s only love" de los Beatles, Shamanes, SFDK o El Chojin. GRAN AVENIDA refresca la pantalla de TVN, dejando un buen sabor parecido al de ese Coyote del citado Góngora con Antonio Skármeta, o al Manzana que emitió Chilevisión a mediados de la década anterior. Quizás sólo pediría que antes de las pausas hubiera una cuña de avance del bloque siguiente, y que Franzani rematara los capítulos con su labia habitual, para darle más caché al cuento. Ahora sí que todo calza, Ignacio.