PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: la nueva madera noble de Los Tres

HÁGALO USTED MISMO (2006) fue el documento que certificaba el repunte de Los Tres, tras más de cinco años en el congelador. Ahora toca renovar los votos de Álvaro Henríquez, Ángel Parra hijo y Roberto Lindl (aka Titae), quienes viajaron a Estados Unidos para recurrir a un viejo conocido como Joe Blaney, productor de COLIUMO (Feria Music, 2010), nuevo disco registrado en vivo y con aparataje análogo. Vistos esos detalles particulares, el resultado para los penquistas vuelve a ser contundente, a lo largo de 16 pistas que incluyen dos instrumentales ("Coliumo" y "Marta") y dos nuevas relecturas de esas cuecas que dejó Roberto Parra: "En el banquillo" y "En capilla". "Don José", o la respuesta más feliz a la pregunta de si se puede hacer jazz guachaca en la era Facebook, parece del tío Rober, pero son ellos quienes la pulen. "El hocicón" abre el disco como un agraciado "Bigmouth strikes again" (The Smiths) en chileno. "Rosas al altar" aporta ritmo y color. "Hoy me hice la mañana" se eleva en la cotización de lírica amarga marca Henríquez. "Diabla" es caligrafía melódica de siempre, con todo en su sitio. "Y para qué" gasta ese arrullo valseado que no muere, como ya lo han hecho Roy Orbison, Richard Hawley o Natalia Molina. Mucha madera noble, firme y bien barnizada, donde sólo restan "Cielo oscuro" y "Shusha": ambas no cuajan en su melaza poética, aunque por lo menos la segunda tiene un bonito solo de guitarra, y un verso cercano al "Recién cansado", del LP solista que Álvaro sacó en 2004.