PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: el último grito de Ozzy

Atravesando el umbral de las seis décadas, y con un historial artístico excepcional, John Michael Osbourne, más conocido como Ozzy Osbourne, oriundo de la británica Birmingham y hoy afincado en Hollywood, California, otrora vocalista de Black Sabbath, no piensa frenar su ritmo intenso, en el nombre del rock más puro y duro, sumando otra referencia a su respetable catálogo, donde figuran discos como DIARY OF A MADMAN (1981), BARK AT THE MOON (1983), NO MORE TEARS (1991), OZZMOSIS (1995) y BLACK RAIN (2007). A pesar del abuso de alcoholes y otras sustancias deletéreas, a pesar de las mordidas a palomas o murciélagos que se le atribuyen, a pesar de convertirse a sí mismo, y a su propio familión, en carne fresca para la cruda telerrealidad vía MTV, Ozzy no ha traicionado su investidura como maestro o Dios del metal, y SCREAM (Epic/Sony, 2010) lo reconfirma, partiendo por su foto de portada, donde el esposo de Sharon clava su bandera en una cima, inmejorable gesto dominante que se extiende al grueso de los temas. Potentes son "Let it die" y "Let me hear you scream" (el single de adelanto) en el inicio, "Fearless" mantiene el aliento fuertísimo, y por su lado no decaen las píldoras melódicas de "Life won´t wait", "Diggin´ me down", "Crucify" y "Time". Y si de cimas se trata, "I want it more" es una de acero, con incrustaciones pianísticas; de lo mejor que este Madman puede entregar en 2010, ¡demonios! El anfitrión tampoco olvida ser afectuoso, como se advierte en esa despedida que es "I love you all". ¡Nosotros también te queremos, Ozzy!