AYUDA ROCK
Centro Arte Alameda
domingo 14 de marzo
Quizás debería partir del forzado final: cuando Pedropiedra interpretaba la reconocible "Inteligencia dormida", un corte de electricidad impidió el avance, y ante tal problema Sokio decidió, como organizador junto a Solo, su hermano, representando al netlabel Ponk, dejar hasta ahí la seguidilla de shows. Sana decisión, por supuesto, que no impide hacer recuento de lo que sí tuvo tiempo, durante un evento hecho para ayudar a los más dañados por el terremoto del 27-F, motivando a donar alimentos y otros artículos necesarios, además de juguetes para los niños del balneario de Iloca, esto último iniciativa de El Ejército de los Juguetes, grupo de gente donde se reconoce bien a Carolina Castro-Zamorano, señorita a la cual aprecio por su feedback virtual hacia mí durante años.
Yendo a la masmédula sonora, que no era menos que la del Rock por Chile (festival de cariz similar, que se realizaba en el Movistar Arena a esas horas), salieron primero Galatea, reafirmando su electropop rico en matices y proteínas emotivas, con una Teresita Cabeza encumbrando su figura hacia la finura expresiva, redoblando y encantando. Todo lo suyo fascina, pero esta vez subrayemos más "Quiero verte" (sumando los repiqueteos intelligent y el bajo a lo New Order de Eduardo Caces) y "Acuarela", perdonando de pasada los tropiezos del Mac de Jorge Gaete en el paroxismo casi rock de "Cristal"; o sea, que van subiendo. Polter dedicaron su segmento a una fan de Talcahuano fallecida en el desastre, pero sin ponerse fúnebres: al contrario, les pudo más el power pop intensivo, con más paradas en el debut, POLTER (2005), representado por "Estrella", "En soledad" y "Gotas de agua", y una sola canción de MODERNO (2008), el single "A velocidad" (aparte: Óscar Hauyon, el piano-singer-man, casi parodia al cantante de Keane). De esa energía al folk pop propuesto por DePlásticoVerde: una chiquilla sencilla con desarrollos trotones, diálogos entre su guitarra y la ídem eléctrica de un aliado, y un final más vigoroso, con la interpolación de un cover para "Playground love" de AIR, muy aplaudido. Atención con ella. Lomofilia, o parte de ellos como Valeria Luna dijese, pasó por la velada dominical en formato sencillo: teclado y cajón, más el bajo que fue tocado por... ¡Javier Barría! Delicadamente se sucedieron esas melodías que Miss Luna sabe entregar; por decirlo así, me saboreé con el bonito sonrojo de "Burbuja" y la renuncia al mundo real de "Doce", flores oportunas, aunque también hubiese querido oír "Puedo gritar", que valía sacarla. Tras eso, Compacto y su noise rock a tres guitarras con una rubia al bajo, tenso y afectado, tentador y cercano a los calambrazos de Six by Seven o al lado salvaje de C.O.N.E.J.O.. A ver si los pillo en un show completo suyo. La parte hip hop vino con Seo2, quien junto a su MC partner regó a la creciente audiencia con rimas y leyendas de tiempo completo, encarando al presente ("Hola mundo") y mirando bien al pasado con dos de su etapa en Makiza: "Las cosas de la vida" y "La Rosa de los Vientos". Fernando Milagros y su banda (nótese la facha devendrista del guitarrista), oscilando entre las 6 y las 12 cuerdas, se lanzó en una vibrante parcela de folk rock, abriendo con "Reina japonesa" y yéndose con la rancherosa "Avenida Perú". ¡Raya para la suma total! De Chinoy y su cancionero carnaza, al fin representado en cedé con QUE SALGAN LOS DRAGONES (2009), de su intensidad verso a verso, de ese karaoke sin trampas que sus fieles practicamos en cada encuentro, sólo puedo señalar que toda esa atención la merece en cualquier escenario donde su arte pueda estar, porque su estampa de cuerpo frágil y mente fugitiva ya tiene un lugar en el VIP de los cantautores con muchísimo que decir, sea eso el retrato de un andar difícil llamado "Plata pa pan", o el esfuerzo para que el amor siga dándole la espalda al hostil panorama exterior, tan plasmado en "Klara". Más encima, este niñito es generoso, al dejar que Kaskivano cantara una sola, con esa misma fuerza centrífuga del anfitrión. Luego vino lo de Pedropiedra que ya decíamos, con Gepe en la batería. Valió la pena estar y pasar un domingo cualquiera, y convertirlo en este despliegue jugado. Faltó ver a Picnic Kibun, Les Ondes Martenot, Deadspace o al propio Sokio junto a Dadalú, pero ya vendrá otro día para relamernos más y más.
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2 comentarios:
Muy acertada tu reseña, fue muy cálido el concierto y con bastante energía para cumplir una buena meta, aunque como dijiste, el apagon dejó para otro día a otros buenos artistas!
Con la reseña me acordé de todo lo que pasó ese domingo. Muy buenas bandas y muy buena onda
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