La semana pasada me fijé en la esquina de un lugar que frecuento, y resulta que en el piso de cemento se ve, estancada, la cabeza de una máquina de afeitar desechable. ¿Cómo pudo ir a parar allí, cómo cayó, acaso alguien la enterró por demasiado comprometedora, por idiotez metronómica, por ser culpable de algún tajo, por ser tan digna que merecía un cierto tributo, para escarmentar más que un espantapájaros en un trigal a los cuervos,
o para que este idiota escriba una divagación cualquiera, por decir algo?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ADIÓS A AKIRA TORIYAMA
La semana pasada se confirmó algo que ocurrió el 1 de marzo : la muerte del dibujante japonés Akira Toriyama , creador principal de Dr. Slum...
-
Si Tonossepia había dedicado un disco a una hija imaginaria, ANAÍS VERGARA MÉRIDA , cuya vida sólo pasaba de los 12 meses, Javier Moraga ...
-
Como ya lo dije aquí una vez, preguntaba cómo se llamará la modelo que ha aparecido durante los últimos años en campañas de Tricot . Y ten...
-
Una de mis mayores aficiones en la vida es acordarme de actrices de las que nadie se acuerda. Pongo el ejemplo de una chica llamada Arantxa ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario