MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: notas sobre el incendio del Centro Arte Alameda

Pasó otro viernes de protesta en el centro de Santiago, otro capítulo de la resistencia popular contra Sebastián Piñera y su Gabinete, contra la represión de las Fuerzas Especiales de Carabineros. Y en medio de la agitación, una postal terrible: el incendio del Centro Arte Alameda, supuestamente a causa de las bombas lacrimógenas lanzadas por los efectivos policiales.



Hablar del Centro Arte Alameda es referirse a un refugio valioso, donde Roser Fort ha liderado sin contrapeso, generando actividad cultural de buen nivel, primero con las funciones de cine y después ampliando el campo hacia conciertos, fiestas, lecturas de poesía, exposiciones de fotos y pinturas. Nadie niega lo importante que es este recinto, por lo mismo Consuelo Valdés, actual Ministra de las Culturas, se pronunció ante esta triste noticia.



En lo que a mí concierne, mis pasadas por el Centro Arte Alameda han sido diversas: viendo en vivo a los galos Holden; escuchando leer a Germán Carrasco; observando los cuadros de Paul Fuguet; yendo a funciones de películas como JOVEN & ALOCADA, GEPE Y JAVIERA MENA AL UNÍSONO y LAS NIÑAS; pasando por las ferias artesanales y de diseño; quizás más. Duele muchísimo que se destruya algo tan respetable, una trinchera donde se podían ver ciertos filmes de menor difusión comercial, tal como se lo contaba Juan Andrés Salfate a Lama ayer en Big Radio, justo cuando todo esto estaba en desarrollo. Cabe mencionar que el Centro ha sido usado por auxiliares de la Cruz Roja dispuestos a atender gente herida en estos actos ya conocidos. Quienes hayan provocado el fuego, sean carabineros o antisociales sin neuronas, merecen el repudio máximo de la población. No se puede acabar con esos rincones que hacen grande a Santiago de Chile así como así. Lo de la Iglesia de la Vera Cruz en Lastarria quemada era para llorar a gritos, igual que lo de ayer. Y el Centro GAM se salvó de llegar a eso hasta el momento. No nos merecemos perder eso que tiene valor patrimonial, eso que los chilenos del futuro (si es que esta patria carcomida tiene más futuro) deben conocer de buena fuente. La cultura amplia de Chile está de luto.