PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: el regreso de la Diosa Kylie, con su toque filocountry

Cuando se trata de esperar nueva música de la australiana Kylie Minogue, el listón es siempre alto. El último álbum oficial suyo fue KISS ME ONCE (Parlophone, 2014), el cual echaba por tierra la idea de que por un largo tiempo ella privilegiaría su carrera como actriz de cine. Reubicada como prioritaria para el sello BMG, esta Diosa del pop mundial, ídola de las comunidades LGBTI, figura que ya no necesita que la comparen con Madonna (la italoamericana hace rato que muerde menos, por más que salga una M.I.A. o Nicki Minaj a prestarle ropa), presenta un adelanto de su nuevo disco, el cual llevará por nombre GOLDEN. La canción "Dancing" va de aprovechar la vida y salir, salir a bailar en el momento justo, con guiños en la segunda estrofa a los Beatles, Jon Bon Jovi y Lou Reed que me recuerdan algo al "At the Indie Disco" de los Divine Comedy de Neil Hannon. La base queda muy filocountry, entre el Avicii de siempre ("Hey Brother", "The nights", "Broken arrow") y los Ofenbach de "Be mine" (la del video de la secuestradora sexona). Kylie, la de verdad (que me perdone la Jenner), nunca deja de ser actual sin dejar de ser ella misma. Allí radica su fortaleza, nuestra debilidad cuando queremos canciones excitantes, guapas, con piel y corazón (de oro, al decir de Neil Young o Isabella Castillo, ya que el LP venidero lo pone). ¡Gracias por volver, linda Kylie! ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥