#QuintaNormalSinVandalismo

Ayer se cumplió un año tras la muerte de Camilo Catrillanca, comunero mapuche asesinado por un carabinero por la espalda, hecho que conmovió a muchos chilenos, entre ellos la periodista Carolina Urrejola, quien durante una entrevista concedida a Revista Paula (hoy regalada junto a La Tercera Domingo) no evitó ponerse a llorar cuando se refería a este caso. Con gobiernos democráticos tras el fin de la dictadura pinochetista, la represión al pueblo mapuche o simplemente a jóvenes que estaban en plena movilización social se ha seguido generando de forma repudiable, si recordamos nombres como los de Alex Lemún, Matías Catrileo, Claudia López, Macarena Valdés... La reputación de Carabineros de Chile y sus Fuerzas Especiales, células de efectivos que muchas veces se han comportado como perros de presa o como sicópatas que buscan cualquier excusa para tirar a matar o intoxicar con lacrimógenas, se ha ido a pique, y mucho más con los hechos acaecidos durante este mes de estallido social. Para recordar a Catrillanca se organizaron marchas y velatones. Pero tal como lo sugiere el hashtag del membrete, quiero detenerme en una postal nefasta de anoche. Venía yo por Coronel Robles con Vargas Fontecilla, esquina donde hay una bomba de bencina, y de pronto veo una barricada en llamas justo en la esquina siguiente, y lo más seguro es que la carnicería cercana fue saqueada. Me sentí enrabiado y con pena. Ver que se invade destructivamente una parte de Quinta Normal, un pedazo de la comuna donde vivo, mi historia en pleno movimiento, mis raíces no elegidas mas siempre recobradas, me deja malparado. Si para esos bastardos esa era la forma de atacar al poder, de autodeterminarse, de rendir homenaje, esa no es. Eso altera el paisaje, altera los nervios, lleva al abismo de los peores pensamientos. Sé que esto es más habitual en la Población Simón Bolívar. Lo mismo está el antecedente de una micro quemada en J.J. Pérez con Córdova y Figueroa en 2014, durante un 11 de septiembre. El fuego inmundo de anoche es lo que yo no quiero para Quinta Normal. Hoy a primera hora quedaban las cenizas que más tarde se fueron corriendo para no complicar a los autos y al transporte público. Y me dediqué a pegar en distintos lugares la réplica del lema #QuintaNormalSinVandalismo. Porque la lucha social tiene que seguir, pero sin cagarle la vida a los demás. Y eso corre igual para los civiles con caca en la cabeza y para los que van de represores nefastos.