PAPELERÍA (o poesía): Sin oportunismo

Alguna vez quise ser de los que
iban donde calienta el sol
o donde la brújula de las ideas
tenía todas las fichas puestas.

Hoy ya no voy por allá:
sé que donde vaya
me voy a equivocar rotundamente
y por lo mismo nadie va
a seguirme el juego
(si es que hubo juego alguna vez)
y no habrá ninguna dama dispuesta
a entregarme su carnalidad
puesto que me la meneo
con causas perdidas.

                                 Es justo
y necesario
                  dar este paso áspero
porque alguna vez se dirá
que tal cuestionamiento
sirvió para algo.