PAPELERÍA (o poesía): Sub-subrayar

Cuando uno subraya indica
que aquello cobra importancia
rumbo a otras validaciones
que germinarán en la caja del banco
en la mesa del comedor
en la cama de los amantes. Pero
nadie se ha tomado el tiempo necesario
para ver lo que ocurre
cuando se sub-subraya, se pasa por
tal asunto apenas de puntillas:
la delgada línea roja
o la gruesa cobertura flúor
(según su elección de escritorio)
queda invalidada por otra línea
que apunta malamente por
un mensaje carente de alma, carente
de conexión pura, carente de una voz
que diga otra cosa fuera de si hay
porotos en el refri o si la cuenta
de la luz fue mayor o que afuera
caen los patos asados.
                                   Lo importante
es subrayar
                  lo que merezca tal tratamiento
de corazón,
                   no lo que suba desde el tramo
vacío.