PAPELERÍA (o poesía): "Las mermeladas del cuerpo alemán"*

Del cuerpo bien constituido salen muchas sustancias. Cada uno puede reconocerlas por su color o su espesor, por su oscuridad o su blancura cremosa. Sea como sea, procura que entre todas esas secreciones no se asome el veneno de la venganza fácil, la estricta estricnina de los malos deseos, del quebrantar voluntades sólo por no ser de tu mismo terreno. Las mermeladas del cuerpo deben ser fruto del esfuerzo digno, de la entrega incondicional que el otro debe sentir como una reacción digna que los otros pueden ver como la sumatoria afortunada, el río multicolor que da al mar de la satisfacción clara, y de ahí al océano mayor de la tarea cumplida, de la misión que de tan valiosa puede arrancarte lágrimas no efectistas. Perdemos líquidos, pero los volveremos a recuperar en el nombre de lo que se reinventa. Sin dejar su naturaleza de lado.



*Devendra Banhart, "Cada casa que crece"