TVMHTD: Pacto de Sangre, it happened in Zapallar

El rumbo de las vidas de cuatro hombres relativamente hechos y derechos, amigos inseparables desde los años escolares, en la época donde resonaba la reescritura dance punk de "La bamba" propuesta por Upa!, cambia de golpe y porrazo desde que uno de ellos está a punto de casarse. Le hacen una despedida de soltero en Zapallar, la cual incluye la contemplación del mar, consumo de carne, alcohol, cocaína y la presencia de una bailarina que exhibe sus encantos y se lleva al festejado a un rincón. Luego ella regresa para conversar con los cuatro, tontean y se tiran a la piscina. Cuando hacen lo propio con ella, equivocan el tiro con pésima suerte, al punto que se golpea en un borde y cae al agua inconsciente. Se desesperan, y la cosa se pone más fea al descubrir mediante el carnet que la muchacha era menor de edad. Deciden enterrarla y juran no contarle a nadie de lo sucedido. Ciertamente se parece a lo que una vez vi en un fragmento de una peli que dieron por TV hace mucho tiempo. Pero también es el punto de partida para PACTO DE SANGRE (Canal 13, lunes a jueves 22:30), la nueva propuesta ficcional nocturna que empezó a fines de septiembre, coproducida con AGTV, dirigida por el muy experimentado Cristián Mason y que cuenta con Catalina Calcagni como guionista principal. Los cuatro machotes metidos en el lío son interpretados por Néstor Cantillana, Pablo Macaya (siempre lo agarran pal tandeo diciendo que todos sus papeles le salen igualitos, lo cual es algo cierto pero no cuela como pecado), Pablo Cerda y un Álvaro Espinoza que tras su paso como conductor de un programa en Radio Universo se está marcando su mejor papel desde Ídolos (TVN, 2004), la primera telenovela nocturna  chilena de la historia, en que su personaje decía cosas tipo Reinaldo, perrito, ayúdame por favor, estoy desesperado, ¡el doctorcito se está comiendo a mi Zorrita! Ahora como Benjamín trata de lidiar con el fantasma de Daniela/Vanessa (Antonia Bosman, alumna de la academia de los Power Peralta que ya se ha reportado en Wena Profe y Si yo Fuera Rico), cuyo cuerpo fue desenterrado; Trini (Ignacia Baeza), su mujer, se hace su cómplice y lo ayuda a descuartizar con todas las medidas de seguridad, mascarillas incluidas, el cuerpo de la muchacha que es buscada por Carmen (Tamara Acosta), su madre acongojada. Mientras tanto, Ignacio (Rodrigo Walker), el hijo del médico, encuentra los videos que la chica de la peluca grababa, trabajando como camgirl al igual que su mejor compañera de curso, lo cual lleva a Benjamín a destruir el computador de su hijo. Constantemente están apareciendo nuevos detalles que dejan a esta historia como un laberinto circular o un rompecabezas cruel donde la jovencita es la pieza más importante. Discusiones a grito pelado, averiguaciones, entrevistas en un noticiero (¡el set de MESA CENTRAL, oiga!) y otras cosas más esperan a quien desee presenciar una obra de suspenso puro y duro que se coloca al lado de Dónde Está Elisa?, Alguien te Mira, Vuelve Temprano, Mujeres de Lujo o Secretos en el Jardín sin problemas, y a riesgo de sonar camiseteado o chovinista, no tiene nada, nada, pero nada que envidiar a las series que Netflix ofrece. Que en el índice de sintonía vaya ganando CASA DE MUÑECOS (Mega), aunque esa no es tan mala, es una tomadura de pelo: la gente quiere misterio, quiere ver cómo el mal y el deseo de ocultar algo terrible se manifiestan en ciertos personajes. No olvidar que acá también están Josefina Montané como Ágata, una retornada Blanca Lewin como Maite (esa escena donde patea un auto parece una parodia chunga de UNA MUJER FANTÁSTICA) y Álvaro Gómez como el detective hermano de Ágata; lo que es cambiar de piel, pasando de ser futbolista en la propia Si yo Fuera Rico a este papel policial. Gajes del oficio. Netflix and chill? Por favor, la consigna es otra: PDS and chill!