14 octubre, 2018

MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: la bruja Uranai Baba en José Besa

Hoy caminaba por San Pablo, a punto de llegar al Metro Blanqueado. En José Besa, la calle anterior a Sergio Valdovinos, hay un mural donde aparece un personaje secundario de Dragon Ball Z, encasillable entre esos bien pintorescos y divertidos. Hablo de Uranai Baba, una bruja que solía presentarse volando encima de su bola de cristal que podía servir de pantalla para saber ciertas cosas. Al cantar se definía como una mujer hermosa, pero su concepto de belleza propia no se nota tanto mirándole el careto. Como decía Fran García-Huidobro, la belleza interior no se ve en la alfombra roja. Ah, ahora que me acuerdo hay otra pared en Apóstol Santiago, cerca del Centro Educacional Alberto Hurtado, donde el gran Son Gokú y el villano Freezer están representados. Hace 20 años no eran pocos los que seguían por Mega las peleas épicas de DBZ. Y en la Revista Rock & Pop, Juan Andrés Salfate presentaba un informe que nos ponía al corriente de la leyenda de un rey mono que inspiró a Akira Toriyama para embarcarse en esa aventura inolvidable que iba del kame hame ha, la teletransportación o la Habitación del Tiempo (una canción de Gianluca toma esa referencia) a la frase que Ten Shin Han le lanza a Kaiosama para hacerlo reír: El secreto de un moco es ser pegajoso.

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