MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: Jorge Edwards oficializa su militancia en Evópoli

Jorge Edwards es un nombre grande de nuestra literatura, qué duda cabe. Fue galardonado en su momento con el Premio Cervantes, y además ha ocupado cargos de embajador en distintos instantes, como cuando Salvador Allende le dio la misión de estar en Cuba. Producto de esa experiencia escribió PERSONA NON GRATA (1973), libro notable que desmitificó ante los ojos de muchos la naturaleza opresiva del proceso encabezado por Fidel Castro: espías, micrófonos por todas partes y la sensación de que la famosa "Revolución" es un truño. Yoani Sánchez consiguió lo mismo, o mejor todavía, con CUBA LIBRE (2010; ver reseña en este mismo blog). La portada del diario El Mercurio de hoy, en su parte de arriba, destaca que Edwards, a sus 87 años, ha decidido unirse como militante a Evópoli (contracción de la frase "Evolución Política"), partido de derecha liberal que forma parte del conglomerado Chile Vamos, donde también están Felipe Kast, el cubano Mijaíl Bonito (fue candidato a diputado en 2017, pero no fue electo), el diputado y actor Luciano Cruz-Coke y la periodista Soledad Bacarreza. Edwards se declara liberal en toda regla, pero en ningún caso se pondría el mote de "converso" que el Canciller Roberto Ampuero (otro hombre de las bellas letras) y el vapuleado ex ministro Mauricio Rojas se han colocado, ambos ex militantes comunistas que vivieron en Cuba misma y en la Alemania socialista de Honecker. No olvidemos que en el anterior período de Sebastián Piñera en La Moneda fue embajador en Francia, otra experiencia que Jorge atesora. Ya decían que nunca es tarde para volver a echar andar el músculo militante. Aunque en estos tiempos de hashtags, conejos malos, neoperreos y Dua Lipa a ningún ser se le recomienda inscribirse en algún partido. Edwards aprovechó su aterrizaje en Evópoli para opinar sobre el Frente Amplio, esa nueva fuerza que tuvo a Beatriz Sánchez Muñoz como candidata presidencial y que en el Congreso es representada por gente como Pamela Jiles, Renato Garín, Giorgio Jackson, Gabriel Boric y Maite Orsini: para él son un grupo de mucha teoría medio anarquista y ultraizquierdista, algo que ve con malos ojos, haciendo el paralelo con Podemos, movimiento español cuestionado.