27 octubre, 2017

MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: "la hora del helado"

Me gusta cuando en un muro cualquiera hay alguna expresión artística que vaya más allá de las burradas típicas, onda tags ilegibles o dibujos de penes. En cada esquina tiene que haber algo excitante. Y lo hay, por ejemplo, en Catedral con Necochea, plena zona fronteriza entre Lo Prado y Quinta Normal. El mural se llama "La hora del helado", y en él encontramos un helado de barquillo con ojos y con bracitos. Un tributo a esos ensamblajes de agua y leche con sabores múltiples que hacen más llevaderas las jornadas de primavera y verano. Ese ice cream que opera como metáfora del sexo oral hombre/hombre o mujer/hombre. Eso que también Olivia Allamand, hermana de la archiconocida Ignacia, pintó durante un evento en Lastarria: un conejo que llevaba su barquillo chorreando. Se te va la vida al momento de sostenerlo, ergo necesitas lamerlo, entrar con tus dientes incisivos para tener el control desde que lo invades todo hasta que sólo queda la cola del barquillo y todo se vuelve nada. Tu boca ha absorbido lo que le da más vida en concreto. No sé si Olivia ha pensado en eso, pero quiero creer que sí. Papa Topo tienen una canción como "Lo que más me gusta del verano es poder comer helado". Pues eso.

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