06 abril, 2014

MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: Camila Vallejo es cuestionada por la UDI por no pararse en un homenaje a Jaime Guzmán

Corría el riesgo de pasar desapercibida ya que los terremotos en el Norte Grande coparon la atención de los medios, pero de todos modos esta noticia fue abordada. El 1 de abril pasado se cumplieron 23 años del asesinato del senador Jaime Guzmán, a manos del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, justo cuando Chile llevaba 1 año sin Pinochet como dictador, caminando en plena transición a la democracia. Una bancada de diputados que militan en la UDI, partido de ultraderecha cuyo líder era Guzmán, pidió en la Cámara Baja que los presentes hicieran un minuto de silencio y se pusieran de pie por esta razón. Hubo una sola persona que no quiso pararse: Camila Vallejo Dowling, diputada del Partido Comunista. Las reacciones de los diputados UDI no se frenaron para nada. Entre ellas, la de un personaje que cree que esta decisión de Camila es una orden del PC, la cual se relaciona con que Guillermo Teillier, directivo izquierdista y también diputado, estaba vinculado al Frente (que actualmente dejó de ser un movimiento armado). Lo dudo. Además, y esto me parece un poquito raro, los otros diputados comunistas que estaban sesionando sí se pusieron de pie: Karol Cariola y el mencionado Teillier. ¿Se les olvidó barajar la opción de hacer lo que Camila concretó? Esto no es para tanta alharaca. Si sólo se quedó en su puesto sin chistar, sin hacer ruido ni gritar consignas. Fue respetuosa dentro de su disidencia. Hay que separar las aguas. Que a Jaime Guzmán lo mataran de esa forma fue una asquerosidad tremenda, un acto cobarde. Pero también ese hombrecito fue quien ayudó a Augusto Pinochet a redactar la Constitución de 1980 que nos rige todavía, con sus arreglos posteriores y sus remezclas durante el período de DJ Ricardo Lagos (que se diga), y fue el fundador del partido más recalcitrantemente conservador en esta nación, la UDI (Unión Demócrata Independiente). Esta alharaca de la ultraderecha parlamentaria es, tal como dijo Camila Vallejo, una nueva forma de vender humo para desviar la atención. Igual que cuando hueveaban a Gabriel Boric porque andaba sin chaqueta y sin corbata. ¿Que la Comisión de Ética de la Cámara Baja la puede sancionar? Qué estúpido. Estaba escrito en el viento que la presencia de Camilita iba a ser un grano en el culo para ciertos diputados. Aunque haya llegado apoyada por la Nueva Mayoría bacheletista, yo todavía creo en ella. Jamás se vendió.

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