MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: así promueve la Reforma Tributaria el Gobierno de la Nueva Mayoría

Yo no voté por Michelle Bachelet en las Presidenciales del año pasado: en primera vuelta marqué a favor de Franco Parisi, y en la segunda simplemente no fui a la urna (ese domingo decembrista preferí ver a la linda Mon Laferte en el Forestal, qué buena elección). Pero eso no me impide hablar esta vez de la Reforma Tributaria que este Gobierno actual, el de la Nueva Mayoría (o Nueva Pillería, como la han motejado en la redacción de El Ciudadano, y también la señora Roxana Miranda ha hecho lo propio), está tratando de empujar para que el dinero de ciertos impuestos ayude a mejorar la salud y permitir que la educación universitaria pública sea gratuita de una buena vez. Yo quiero creer que servirá, que será un paso importante, que conseguirá obligar a los que ganan más dinero con sus empresas a pagar más impuestos y no valerse de infames subterfugios como ha pasado hace mucho tiempo. Pero desconfío todavía. Por la cantidad de trabas que se irán presentando. Por la posibilidad de que esta Reforma afecte el bolsillo de la clase media, asunto que a la derecha le abre el apetito (al punto que ya han hecho panfletos y avisos radiales para cuestionar esta iniciativa). Porque huele a asunto que le conviene a la misma elite política y a diarios como La Tercera y El Mercurio poner como tema fundamental, como dice Pamela Jiles. Porque para el común de los mortales, todo lo que tiene que ver con números y porcentajes confunde, aburre, da sueño... aunque gente como Rafael Garay o el mismo Parisi (que a media mañana, después de salir a trotar, hace un programa de media horita en FM Tiempo) trate de explicarlo con manzanitas, que bien se agradece. Mientras se analiza y se requeteanaliza si esto se concreta o no, desde La Moneda ya nos mandan un comercial que promueve la Reforma, el cual cuenta con la voz de Raúl Soto, uno de los locutores estrella de Radio Universo.