PAPELERÍA (o poesía): Comentario

La mierda es más espesa y más hedionda en el patio del vecino.
No es algo que pueda comprobar de forma directa, pues al otro lado todo
parece muy pulcro, las paredes blancas
sin rayados engorrosos ni consignas marxistas,
las rejas barnizadas contundentemente, las ligustrinas
sin pasarse, ni un papel tirado y menos todavía
algún trozo de feca perruna cerca del porch.
Pero sé muy bien que tanta pulcritud engaña
a la vista, que el decorado
no guarda relación con un aire que repugna, con unos pelos y señales
que se manifiestan de la peor forma
cuando el señor se indigna porque algún vecino
escuchaba black metal a todo chancho
supuestamente. No es mi puta costumbre
hablar de supuestos,
                               eso lo hacen mejor
en el circo farandulero que se ve en alta definición
mas cuando una conjetura tiene visos de ser
una certidumbre, no puedo
tapiar el forado que el asco propone.
Pasar al otro lado, en este caso particular, resulta algo indeseable.
Y si quieren que les diga que el pasto está más verde, más corto y tiene más olor a sandía
en el patio del vecino
se van a tener que quedar con las ganas de más
hasta que se vaya quien deba irse
y de ahí en adelante escribiré de otra cosa.