INFOLIOS DE ESTE TIEMPO Y OTROS: Cecilia Casanova, sin efectos especiales

Tómese como un soplo delicado y reconfortante la llegada de un libro como POEMAS DEL VAGO Y DEL SIMPÁTICO (Cuarto Propio, Colección Uvas de la Ira, 2010), cuya autora es la octogenaria Cecilia Casanova Hatch, mujer muy bien entrenada en el arte del epigrama, presente en otras obras suyas como ESTUDIO NÚMERO CINCO (1982), LOS INVITADOS DE TU MEMORIA (1993) y ESTACIÓN TERMINI (2004); también publicó una novela llamada VESANIA (1988). Adriana Valdés apunta en su comentario de contratapa la cercanía de Cecilia con el savoir faire de los vates orientales, o de igual manera con el italiano Ungaretti: Leer a Cecilia Casanova (...) es replantearse lo que es un poema. Estos versos son austeros, y gráciles, y casi transparentes; y, como si nada, ponen en suspenso las prácticas habituales de la actual poesía chilena. En menos de 50 páginas, la autora se deja inspirar por las flores y los pájaros, las cosas y lugares que ayudaron en los encuentros amatorios ("Mercury 54", "En conmemoración nuestra"), la fe ciega en la duración eterna del vínculo ("Irracional", "Así de simple", "Pauta"), el deceso de su hijo (el haiku "Dolor")... Y si lo vago en el poemario es ese aire que va y viene al sentirse frágil para la hablante lírica general, lo simpático sale a colación en "Delirio": Luz me contó/que una amiga de su madre/al morir dijo:/Qué divertido es todo/A lo mejor en su delirio/vio que Dios es un gran comediante/y el cielo un circo. Sentimientos que ayudan a que la Sra. Casanova conmueva con su epigramática en claroscuro, bienvenida en plenos tiempos de reggaetón, acelere virtual y alzas de pasajes de buses. Absolutamente recomendable.