PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: 10 años sin Dimebag Darrell

Hoy es 8 de diciembre. Lo habitual es un día como este es volver a recordar cuando John Lennon fue baleado en Nueva York por un tal Mark Chapman. Pero no sólo para los beatlemaníacos esta fecha es importante. También lo es para quienes guardan una cierta dosis de interés y cariño por Pantera, maestros consumados de lo que se llamó el groove metal. Hoy se cumplen 10 años de cuando Darrell Lance Abbott, más conocido como Dimebag (o Diamond en un principio), recibió 6 disparos mientras tocaba con Damageplan, grupo que estaba recién estrenado (con un disco que defender llamado NEW FOUND POWER), en el club Airosa Villa de Columbus, Ohio. El asesino de Dimebag fue Nathan Gale, quien para más inri mató a otras 3 personas y tomó como rehén a un técnico de batería de Damageplan, hasta que un policía acaba con él disparándole en la nuca. El por qué de este crimen no se ha aclarado, aunque hay quienes escucharon a Nathan decir que por culpa de Darrell fue que Pantera se disolvieron; más tarde se supo que en la conducta del asesino había rasgos esquizofrénicos y de paranoia (la vieja historia gringa del loquito que deja la cagá en un lugar cualquiera, sea una universidad o un colegio o un cine o un mall o una tocata...).

Hablar de Dimebag Darrell es referirse a uno de los mejores guitarristas en la historia del rock y el metal, algo que se ha reflejado en algunas listas de revistas como Rolling Stone o Metal Hammer. Es traer a la memoria a un hombre que a principios de los 80 fundó con su hermano Vinnie Paul Abbott una banda que partió siguiendo la onda heavy glam de esos tiempos, pero sin conmover. Más tarde se encontrarían con Phil Anselmo, quien a la larga fue la gran voz que Pantera necesitaba para consolidarse, tomando la bandera de un thrash metal personalizado que pronto lo llamaría groove metal hasta el vecino. Discos como COWBOYS FROM HELL (Atco, 1990), VULGAR DISPLAY OF POWER (Atco, 1992) y FAR BEYOND DRIVEN (East West, 1994) serían referencias imperdibles para todo el que deseara sentir emociones fuertes sin rodeos. Pantera ofrecían agresividad completa a prueba de balas, que se diga. Y todavía escucharlos es un ejercicio recomendable. Eso, aunque como contaba una vez el gran Anton Reisenegger (Pentagram, Criminal) hay círculos de fans metaleros que reniegan de Pantera. ¿Escuché bien? Para gustos colores, y los prejuicios llegan a ser muy imbéciles. Nunca se olviden de Dimebag Darrell. Nunca se olviden de escuchar a Pantera.