PAPELERÍA (o poesía): Ni guerras ni guerrillas

Ayer miraba a mi perro
ladrar y ladrar corriendo por el patio
tratando de seguir la presencia
de un gato o un ratón que tal vez
merodeaba el techo en esas horas muertas.

Justo cuando él volvía de tal agitación
me acerqué y le dije:
                               -Perro, no te gastes tanto
en perseguirlos; no vale la pena
involucrarse en esa guerra de guerrillas
entre gatos y ratones donde
nunca dejarán de buscar la desgracia
del otro, sea por un bistec o por
un trozo de queso chanco, una
disputa que es sólo de ellos y su cretina naturaleza,
y no es tuya. Tu perritud
merece ladrar contra otras invasiones potenciales
y echarse en el sillón sin complejo alguno
mientras estés entre estos muros.