PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: ¿vale la pena que Miley Cyrus se empelote tanto?

Se ha hablado mucho sobre la nueva imagen de Miley Cyrus, hija del cantante country Billy Ray Cyrus (¿se acuerdan de su hit noventero "Achy breaky heart"?), antes conocida por haber encarnado a Hannah Montana en las pantallas de Disney Channel, dejando atrás a la chica dulce y poniéndose el overol, es un decir, de niña mala que muestra la lengua tanto o más que nuestra Valentina Roth, con tal de promocionar BANGERZ, su nuevo disco, el cual incluye la canción "Wrecking ball" ("Bola de demolición"), que ya llegó al 1er puesto del Hot 100 en la Billboard, cuyo video clip la tiene llorando en unos momentos, y en otros con camiseta y calzón o derechamente desnudita, arriba de esa bola demoledora o... ¡pasándole la lengua a un combo!

Yo nunca he sido muy forofo de Miley, lo reconozco, me han gustado unas pocas canciones suyas, como "Fly on the wall" por poner un ejemplo. De todos modos quiero indagar en el clip de marras. La chica dijo en la Rolling Stone que los acercamientos a su rostro son deudores de los que le ponían a Sinéad O´Connor en el video para la clásica "Nothing compares 2 U" (que Prince se la compuso). Lo cual no es para aplaudirla. No señor. Lo de la irlandesa era un gran video para una gran canción. En cambio, el asunto de doña Miley Cyrus es un despropósito total. Concatenar su llanto con esas poses supuestamente sexis es una pésima idea, un culto al peor ridículo. Ni siquiera tengo ganas de averiguar quién fue el director de esta pieza, candidata a peor video clip del año. De hecho, la O´Connor le mandó una carta abierta en la que le dice que se está prostituyendo vulgarmente con un gesto tan equívoco como ese "homenaje". La niñita Cyrus replicó mentándole de vuelta unos tuiteos sobre ciertos problemas mentales que la cantante de "Fire on Babylon" declaraba tener. Joder. No creo que la insolente Miley esté muy cuerda en cualquier caso. Eso sí, separando las aguas como debe ser, la canción misma no es mala; si nos olvidamos de su complemento visual, podemos valorar esos casi 4 minutos de pop sufrido. Mientras posteo esto, me entero que la chicuela volvió a hacer un desnudo donde su cuerpo aparece pintado, para un video del rapero Future. En el fondo, esta serie de provocaciones de Miley Cyrus, que tal vez aumenten para bien o para mal, como decía Mauricio Jürgensen (a punto de ser papá junto a Carola Urrejola, lo cual es para celebrarlo), está calculada por ella junto a su/s representante/s y los que la trabajan en RCA. De ella depende que sus pasos no vuelvan a dar vergüenza ajena.