PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: Sir Elton John y sus clásicos de oro en Viña

Siguiendo con la revisión de los verdaderos highlights del Festival de Viña 2013, no hay que olvidarse de cómo empezó la noche del jueves 28 de febrero, con la presentación de uno de los músicos más influyentes de todos los tiempos, un compositor de referencia a niveles superlativos: hablo de Sir Elton John, que llegó a la Ciudad Jardín sólo por el día, descansando en una casa rodante especial ubicada cerca de la propia Quinta Vergara. El británico, cuya voz suena más gruesa por el paso de los años (bueno, lo mismo podríamos decir de los gallitos que se le escaparon a Miguel Bosé dos días antes), pero lo que permanece intacto es su virtuosismo al piano. Entre cada melodía bien desgajada, Elton se sentaba en la cola de su instrumento y alentaba al público como si fuera una barra de fútbol, siendo apoyado por una banda compuesta en su mayoría por gente mayor; alineación que, como dijo Leo Caprile, podría llamarse la "Corega´s Band", ja... Echando mano de su abultada cuenta corriente de clásicos inmortales, vimos a este carismático personaje regalar a la audiencia viñamarina, que devolvía vítores al reconocer acordes, joyas del calibre de "The bitch is back", "Benny and The Jets", "Tiny dancer", "Goodbye yellow brick road", "Rocket man", "Crocodile rock", "Daniel", "Candle in the wind" (pero con la letra original dedicada a Marilyn Monroe) o "Your song". Eva Gómez y Rafael Araneda, los animadores del Festival, le entregaron casi todos los premios de inmediato, cuestión que me hizo mal ruido, al punto que recordé cuando Álvaro Henríquez, al presentarse con Pettinellis años ha, decía: ¡Estamos liquidando! Capaz que Sir Elton John haya pensado algo parecido. Faltó que se mandara algunos hits de su etapa noventera, tipo "Sacrifice" o "The one". Marcela Thais (que esa misma noche fue a Radio FM Tiempo para que la entrevistaran en CALENTANDO MOTORES) señalaba: mucho Elton John para tan poco festival... Pues eso. No somos dignos de recibir tamaña lección de excelencia pop, pero el hombre supo hacerla llegar nuevamente.