02 marzo, 2013

PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: el desplante máximo de Fran Valenzuela en Viña 2013

Momento de comentar otro de los grandes momentos del finiquitado Festival de Viña del Mar 2013 (anoche fue el cierre, con números insufribles como los de Wisin & Yandel y el galancete Pablo Alborán). Minutos después de los idolatrados títeres de 31 Minutos y la rutina picantita del chiquillo Bastián Paz (que recibió la ayuda del propio Rafael Araneda), llegó Francisca Valenzuela, esa chica nacida en San Francisco, California, pero de sangre chilena a tutiplén, que en el certamen fue jurado, y que tuvo la enésima chance de demostrar por qué su pop es tan bien evaluado por la crítica y el público (con muchas chicas adolescentes y no tanto que hasta les da por gritarle en cada recital cosas del tipo "¡te amo, dame un hijo!"). Francisca, vestida con un traje negro tremendamente glamoroso, repasó material de sus dos álbumes editados, moviéndose con una energía admirable. Dominio escénico que va más allá del esquema que seguía en directo años atrás: ella al piano la mayoría del tiempo, salvo cuando agarraba la guitarra para entonar una de Johnny Cash y su "Muérdete la lengua". Ella supo cautivar a lomos de "Quiero verte más" (su single más erótico ever, que en esta ocasión incluyó la papeleta de tirarse al suelo), "Mujer modelo" (brillantes arreglos de bronces y un solo de percusión bien encajado) o el "Ésta soy yo" (esos lalalás rotundos) donde presentaba a sus músicos con un fondo sintético delicioso (y casi pensé que terminaría ese tramo en plan Calvin Harris, ja ja...). Para más encanto y coherencia, tiró un potente speech sobre el matrimonio homosexual al presentar esa love song de ley que es "Afortunada". Rafa la llamó la princesa del rock chileno, algo que no está lejos de su realidad. Porque aunque ella sea una artista pop, sus pasadas en vivo están llenas de arrojo rockero, de dar el todo por el todo en cada escenario. Y eso hace que uno piense que Francita no hace malos recitales. Por su trabajo en la Quinta Vergara, mucho más que un vulgar showcase de jurado, recibió las dos Antorchas y las dos Gaviotas, eso sí, la de Oro tuvo que ser entregada a vuelta de la pausa, con el respetable y el resto del jurado pidiendo aquello. Lástima que no alcanzara a mandarse "Esta noche", aquel no-single que Soltera Otra Vez ayudó a reivindicar como corresponde. Siempre habrán muchas ocasiones para acercarse a Francisca Valenzuela y degustar cada susurro, gemido y nota que salgan de su boquita.

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