20 agosto, 2010

PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: la nueva búsqueda de Lucybell

Habemus buenas nuevas en el territorio de Claudio Valenzuela, Eduardo Caces y Cote Foncea, formación titular actual de una banda que nos ha sabido acompañar desde los tan queridos 90. Cada álbum que Lucybell entrega tiene su encanto, al menos casi siempre: VIAJAR (1996), LUCYBELL (ÁLBUM ROJO) (1998) y COMIENDO FUEGO (2006) suelen quedar mejor parados, y sólo LÚMINA (2004) se resiente, por culpa de los 3 tracks que Francisco González, baterista de entonces, compuso y cantó. FÉNIX (Chilevisión Records/Feria Music, 2010), producido por Gustavo Pinochet (Sum), es más pop que PRIMITIVO (2007), y en él se advierte que la búsqueda sonora lucybélica no tiene fecha de vencimiento, al armar melodías empapadas en matices riquísimos: las atmósferas indias de "Empezar" (donde agregan un órgano que recuerda al "Beautiful scars" de Jet Lag), el ritmo levemente oblicuo de "Sombras", las texturas dreampoperas clásicas de "Familiar" (Cocteau Twins en el corazón) y la miniatura intermedia "Júpiter", la dinámica jamaicana en su lado menos tenso de "Nunca será fácil amar así" (para lo otro estaba antes "Líquidos santos"), los gorgoritos circa Miranda! del single "Ave Fénix" (otra vez la batería de Cote marcando pauta para bien; rockeros prejuiciosos abstenerse, por favor)... ¿Y todo para qué? Para seguir flotando en las aguas de la emoción: la suya, la nuestra. Esa emoción que se extiende a otras pistas de FÉNIX, como "Voy por ti" (otro medio tiempo marca de la casa), la futura carnaza para el karaoke en vivo que es "Te quiero ver", y la intensidad de las tres finales: "Abre tus ojos", "Yo perdí" y "Te mereces". Lucybell mantiene fresca la sustentabilidad de su fulgor, el que da la experiencia de casi 20 años.

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