30 mayo, 2007

PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: la lógica del "haz todo, haz nada", según The Strokes

para Blanca Lewin, maquinita sonriente

Hay una publicidad de bebida gaseosa que habla de hacer nada caundo ya se hizo todo. Bueno, esa máxima teleradiofónica es aplicable a The Strokes hoy mismo; los de Nueva York decidieron tomar descanso por lo que resta del presente año, y dismintieron los rumores sobre el lanzamiento de nuevo material en 2008.

Cuando los críticos hablan sobre el grupo formado por Julian Casablancas, Albert Hammond Jr., Fabrizio Moretti, Nick Valensi y Nikolai Fraiture, ocurre que hay cierto desacuerdo al valorar sus discos ROOM ON FIRE (2003) y el más reciente FIRST IMPRESSIONS OF EARTH (2006); unos dicen que el primero es el más débil que han facturado, otros que el siguiente (con "Juicebox", mejor canción de 2005 según este blog, aún siendo single de adelanto, incluida) sí es decepcionante, o que es tan potente y por lo mismo deja al resto como simples juegos de niños. Pero me imagino que casi todos valoran al completo su debut, IS THIS IT (RCA/BMG, 2001); justamente fue ubicado en el lugar 7, entre los 100 mejores álbumes de todos los tiempos según New Musical Express, y el single estrella, "Last nite", en el puesto 9 de los mejores 50 himnos indie rockers (lista de la que ya dimos cuenta). Lo que The Strokes pusieron en la mesa a principios de este siglo era una reinterpretación muy suya de aquél rock sucio setentero, como si fuera algo único de estos tiempos. Y en este motorazo cada pieza es importante, destacando la batería y la voz a desgana de Casablancas, útil para hablar de resacas y bajones como los de la misma "Last nite", para aclarar en "Hard to explain" que uno no es como lo pintan, o ilustrar la decepción cuando esperabas que ella se quedara en "Someday", o, derechamente, golpear la mesa diciendo "Take it or leave it". The Strokes han sabido ubicarse entre lo mejor de los nuevos sonidos de la Gran Manzana, y de seguro en un par de décadas serán escuchados como clásicos, aunque se molesten quienes sólo los vean como una troupe de onderos con un hijo-de-dueño-de-agencia-de-modelaje y otro de quien cantaba "Échame a mí la culpa" delante. Su huella está percibiéndose en otras bandas actuales como The Walkmen (coterráneos que incluso llegan a ser más viscerales) y los canadienses Tokio Police Club (con sólo un EP a la fecha). Prescindir de los Strokes no es buena idea, créanme. Con lo que dije se explica por qué se merecen hacer nada hoy.

2 comentarios:

joaquin urrutia dijo...

Obvio que los Strokes se vienen al blog de videos

Unos Grandes

Blanca Lewin dijo...

Agradezco la dedicatoria!
Y sabes qué? Todo el mundo tiene derecho a hacer lo que se le venga en gana. ¿A quién le hacen daño?
Saludos.

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