ya éramos:
sombras de terciopelo
abiertas a una suerte desmedida,
los deshechos que parecían mecanos
con vida afinada -pero el gamulán no resiste tanto
peso pretencioso. ya éramos y ahora
apenas somos esta deuda histórica.
Llegando a este punto me pregunto si en el año que comienza los sueños y fantasías se detendrán hasta nuevo aviso. Puede que ese proces...
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