INFOLIOS DE ESTE TIEMPO Y OTROS: una guía para entender y disfrutar del heavy metal (y sus múltiples ramificaciones)

Recuerdo a alguien diciéndome que escuchaba harto metal en un momento de su vida, pero dejó de hacerlo porque esa sectorial del rock se ponía muy enredosa con tanto subgénero. Como sea hay quienes no abandonan el interés por lo heavy, incluyendo a los periodistas y cronistas que dedican su tiempo a darle una mirada particular al fenómeno. Como le sucede a Andrés López Martínez, quien se despachó la guía llamada simplemente HEAVY METAL (Robinbook, Colección Ma Non Troppo, 2014), texto que abre con un capítulo sobre el comienzo de la historia del heavy; allí se referencia la importancia de las salas especializadas, los grandes festivales que apoyaron a esas bandas, la difusión que MTV dio a esos guitarrazos desde su llegada y los rollos con la censura. La segunda parte censa a los grupos esenciales de esta fiebre y sus derivados, con fotos y carátulas acompañando en varios casos. La tercera se centra en la actividad metalera en España y América Latina; de la camada chilena se menciona a Turbo, Tornado, Criminal, Six Magics y Alejandro Silva, y se le da especial atención a Undercroft. La sección cuarta va sobre la cultura metalera, sus detalles de vestuario y sus leyendas oscuras como las del black metal noruego (Varg Vikernes, te llaman) y, atención, una vertiente de bandas que cuelan mensajes de carácter neonazi (valga el apunte: hace poco, en un bar de Bellavista, iba a realizarse una tocata de ese tipo que al final se suspendió). Al final se adjuntan breves reseñas a discos gravitantes para este árbol metálico, desde BACK IN BLACK (1980) de AC/DC hasta THE HEADLESS CHILDREN (1989) de WASP. A pesar de una serie de erratas ortográficas que harían reír más fuerte todavía a Panchito Saavedra, como eso de poner a Slash de los Guns N´ Roses como, ejem, "Flash", esta guía del HEAVY METAL servida desde España resulta material necesario para los que recién empiezan y para los curiosos, y muy ameno para los conocedores, esos que no renuncian a levantar los cuernos como Ronnie James Dio o alzar la jarra de cerveza con Tankard o Mägo de Oz de fondo.