05 agosto, 2019

PAPELERÍA (o poesía): Testimonio 32.437

Me he vuelto todo un experto en armar planes que nunca se van a concretar,
que no llegarán a esa forma sólidamente líquida esperable
porque su naturaleza gaseosa impide un mayor desarrollo.
Ejemplos hay miles: festivales con flores en el pelo, comilonas
con alcoholes regados, idas a buscar ropa cara, el ansia
de encontrarse con una mujer a quien no se ve por mucho tiempo
para repescar su olor y su sabor. En el último minuto
algo falla, la foto sale movida, el espejo
llega a trizarse, lo que debía ser el gol del triunfo
acaba en un palo. Parece algo propio del lugar del que uno sale,
o cuestión del empedrado sobre el cual se construyen las canchas.
Cosa de ustedes si me creen o no, pero
esto ya es un pan común, una moneda
que conoce el tacto de muchas manos: la certeza
quemante de un destino fatal, el casi casi,
el podría ser, el ya no. Pues no.

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