Mientras yo me duchaba después de la clase de gimnasia
ese jovencito decía que estaba escuchando a Metallica, específicamente
"Mama said", llamada por él "Mamasay".
En otro momento lo pillaron haciendo sobre la pizarra
el logo de Pantera. Tenía como dos hojas de anotaciones negativas
y sin embargo nunca vi un verdadero atisbo de maldad putrefacta en su ser
al menos cuando lo veía.
En esos años
yo conservaba mi coraza de alumno eficaz, atento y muy dado a sacar
notas altas, o por lo menos en la tríada
de lectura
escritura
y aritmética
pero los trabajos manuales fueron
esa mancha de petróleo imposible
de borrar. No recuerdo haber sumado alguna anotación negativa,
a pesar de tener un genio de los 20.000 demonios cada vez que miraban feo mi amaneramiento o /mi fabla (semi)culta.
Imagino que en el tren de la vida
este cabecita de metal debe estar haciendo cosas grandes, cumpliendo con alguna gran misión
y sacándole una sonrisa a más de uno.
A uno le toca cargar con su cruz.
Al que le toca le toca.
Pero que siempre te toque Dimebag, Hetfield
o alguno que se le parezca.
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