Ayer vivimos unas Elecciones Presidenciales con un sol potente, con algunas filas muy nutridas y otras más breves, con el Metro ofreciendo sus servicios gratis. El resultado de esta primera vuelta es el siguiente:
Sebastián Piñera: 36,64%
Alejandro Guillier: 22,68%
Beatriz Sánchez: 20,28%
José Antonio Kast: 7,92%
Carolina Goic: 5,88%
Marco Enríquez-Ominami: 5,71%
Eduardo Artés: 0,51%
Alejandro Navarro: 0,36%
Tanto el candidato de Chile Vamos (Renovación Nacional, UDI, PRI, Evópoli) como el que representa a La Fuerza de la Mayoría (Partido Socialista, Partido Comunista, PPD, Partido Radical) siguen en carrera, y deberán enfrentar la segunda patita a mediados de diciembre.
En realidad, no me molesta tanto que Piñera haya quedado adelante. Lo que me asusta de verdad es que JAK figure en cuarto lugar, un personaje que representa a la ultraderecha, a los militares que mataron y ultrajaron en el nombre de Pinochet, a los evangélicos fundamentalistas como el payaso de Javier Soto (el mismo que fue encarado por Claudia Aldana y Julio César Rodríguez), a los que quieren que este país liberalice el uso de las armas al estilo de Estados Unidos. Justo lo que no queremos para nuestra Patria. Un columnista de Las Últimas Noticias dijo que si José Antonio fuera gringo, estaría metido en la Alt-Right: esa "derecha alternativa" cuyos planteamientos son descaradamente neonazis. Miedito.
MEO, ese mentiroso que se cree Allende, remató sexto. ¿Cuándo llegará el día en que entienda que nunca será presidente, que mejor se concentre en sólo hacer películas, sean o no comerciales? Podría hacer una que la protagonice Vesta Lugg.
Artés, el hombre que resucitó la presencia de la izquierda revolucionaria, quedó siendo un cero a la izquierda, nada más. El justo castigo para un lameculos de Kim Jong Un. ¡Y qué jué, y qué jué!
Navarro, el mismo cuyos adherentes repartían en el último día de campaña un librito con su biografía, es el Tomás Jocelyn-Holt de esta elección, pero sin costalazo en bicicleta. El peor de los peores. Lo vi sentado con su familia en ese comedor que tiene de fondo al Che Guevara y al Comandante Chávez, y hay pan, margarina, juguito y otras cosas. Justo lo que escasea en la Venezuela de su amado Nicolás Maduro, burro miserable. Que se meta la moto de nieve por el culo.
Beatriz no la pudo hacer, pero el sabor de esta experiencia es grato, porque esto es sólo el comienzo de un camino que le depara señales mayores. Su figura llegó para quedarse. Ella tiene ese toque de magia que trasciende las interpretaciones en que ella aparece como un "títere" de Giorgio Jackson y Gabriel Boric. Bah. Déjenle eso a la derecha tuitera, como dice Roberto Caamaño. Ya habrá tiempo para que en el Frente Amplio discutan si le dan o no la mano a Guillier.
¿Y Carola Goic, la Miss Simpatía, la carta de Convergencia Democrática (Democracia Cristiana, MAS, Izquierda Cristiana), la favorita de Cristián Warnken? Pues nada. Que me cocine algo rico, como hizo con K3l en LA DIVINA COMIDA (Chilevisión). Besos y abrazos.
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