12 agosto, 2014

MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: Robin Williams acaba con su vida tras 6 décadas de gran talento actoral

Muchos han quedado impactados con la noticia difundida el día de ayer: el actor norteamericano Robin Williams fue encontrado muerto en su casa del pueblo de Tiburón, ubicado en las afueras de San Francisco, California. Y hoy mismo se confirma que se había suicidado con un cinturón. Este hombre nacido en Chicago padecía de una depresión endógena hace rato, la cual no pudo soportar al punto de dejar este mundo por su propia voluntad, con más de 60 años a cuestas. Y digo que el impacto ha sido alargado porque tanto otros actores importantes como el mismísimo Presidente Barack Obama han tenido algo que decir. Cómo no, si en el celuloide tuvo talento para brillar en instancias dramáticas y divertidas por igual. De todas las películas donde actuó, hay tres que reconozco como favoritas. Una es LA SOCIEDAD DE LOS POETAS MUERTOS (1989. Dir.: Peter Weir), donde encarnó al profesor John Keating, personaje al que le toca hacer clases en un colegio muy potifrunci, escenario que enfrenta de manera vibrante motivando a sus alumnos para que no sólo lean poesía, sino que también la sientan y la vivan, rebelándose contra los convencionalismos rancios; no ha perdido vigencia su espíritu. Otra es PATCH ADAMS (1998. Dir.: Tom Shadyac), filme basado en la vida de Hunter Adams, un doctor que al igual que el profesor Keating, mire usted, decidió desafiar las normas rígidas, pero en el ámbito médico, haciendo reír a niños con cáncer usando una nariz de payasito; resultan muy emotivos ciertos momentos en la peli cuando Williams lee algunos de los CIEN SONETOS DE AMOR de Pablo Neruda (nota necesaria: el verdadero Patch Adams vino a Chile una vez, e incluso Cristián Warnken lo entrevistó en Una Belleza Nueva). La tercera película con Robin protagonizando que quiero subrayar en este homenaje es EL HOMBRE BICENTENARIO (1999. Dir.: Chris Columbus), adaptación de un célebre cuento de Isaac Asimov que trata sobre NDR Andrew, un robot doméstico que quiere ser humano. Williams recibió durante su trayectoria actoral fílmica un Oscar como mejor actor de reparto por hacer de Sean Maguire en GOOD WILL HUNTING (1997. Dir.: Gus Van Sant), y 4 Globos de Oro: 3 de ellos como mejor actor de comedia o musical (1998, 1992 y 1994) y el Premio a la Trayectoria Cecil B. DeMille en 2005. Se va un extraordinario actor, alguien que emocionó e hizo reír con solidez. Gracias, muchas gracias, querido Robin. El cine tuvo la fortuna de acogerte en su seno.

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