29 junio, 2014

LA ROJA EN BRASIL 2014: la ilusión se esfuma en los penales

Brasil v/s Chile: la reversión de un viejo duelo. En el Mineirao de Belo Horizonte comenzaba a rodar la Brasuca, dando inicio al primer juego de octavos de final en esta Copa Mundial. Tanto en Francia 98 como en Sudáfrica 2010 los verdeamarelhos vencieron de manera arrolladora. Pero esta vez no sería lo mismo.

Mejor Brasil en llegadas, mejor la Roja con el balón en los pies. Así se manifestaba la igualdad de condiciones en la cancha. Quedaba de manifiesto que el equipo de Luiz Felipe Scolari no era una fuerza legendaria como otros equipos brasileños que tuvieron a Pelé, Garrincha, Vavá, Zico, Jairzinho, Clodovaldo, Dunga, Romario, Bebeto, Ronaldo, Ronaldinho Gaúcho... Aquellos y otros sí hicieron historia. Neymar Jr tal vez es de los pocos que pueden trascender a futuro de este lote.

¿Fue o no fue autogol? En un tiro de esquina ocurre lo que no deseábamos: la primera conversión a favor de Brasil a los 18 minutos que en los registros de la FIFA quedó con David Luiz como autor. Mas todavía pienso que fue un autogol de Gonzalo Jara, y que David Luiz la rozó de improviso. Como sea, las cosas se complicaban antes de los 20.

El empate. Eduardo Vargas aprovecha un momento de debilidad brasileira y hace llegar el balón a Alexis Sánchez para conseguir el 1-1 a los 32´, dejando en claro que allí no estábamos muertos ni nada peor.

La mano de Hulk. Ese personaje que vaya a saber por qué se hace llamar como el hombrecito verde que cuando se enojaba se ponía verde y rompía lo que viniera pudo quedarse con el 2-1, pero ese gol fue anulado porque Hulk metió la mano. Reclamó y le pusieron tarjeta amarilla. La mano no fue de Dios esta vez, menos mal.

El alargue. Vinieron los 30 minutos de alargue en los cuales el nervio permanecía, y varios jugadores entre los cuales estaba Gary Medel, nuestro Pitbull esforzado, sintieron la llegada de los calambres. Jorge Luis Sampaoli, quien había puesto a Mauricio Pinilla entre los 3 cambios (Felipe Gutiérrez y Pepe Rojas eran los otros), olvidó algo: que podía contar con Jorge Valdivia. ¿Cómo no pensó en ello, si el Mago es un elemento desequilibrante?

La lotería cruel. La definición a penales fue irregular, pues de los dos lados hubo yerros. La cosa se resolvió con un 3-2 a favor de Brasil, con la desgracia de que el quinto penal chileno fue pateado por... ¡Jarita! No es su culpa, la culpa es de Sampaoli por no tener claro que ese no era el hombre indicado para un momento tan decisivo. Todo lo anterior deja en claro que Brasil acabó clasificando a cuartos de final en su Mundial sufriendo, con incertidumbre, ya que la Roja opuso resistencia en todo momento. Fueron dignos rivales. Abdicaron del traje de equipo fácil de golear que vistieron otros en los campeonatos ya citados. Este es el producto de un trabajo magistral que empezó con José Sulantay en el Sub 20 de Canadá en 2007, siguió con Marcelo Bielsa en el proceso hacia tierras sudafricanas y tuvo su feliz seguidilla con Sampaoli (Claudio Borghi también dijo presente, aunque de manera irregular). Esto es lo que no hay que perder. La capacidad de ir de igual a igual buscando un mejor destino. Eso lo tienen Sánchez, Vidal, Valdivia, Aránguiz, Vargas, Beausejour y los demás. Muchachos que cuando más niños escuchaban el mensaje de Eduardo Bonvallet, lo cual hace que tengan esa mentalidad ganadora. Se les agradece de corazón a estos luchadores que acaban de llegar a Santiago y fueron a La Moneda para que los reciba la Presidenta Michelle Bachelet. Termina una etapa y comienza otra, mirando hacia la Copa América 2015, donde seremos locales y favoritos. Y más tarde hay que preparar el camino para Rusia 2018. Chile puede seguir siendo grande. No lo dudamos.

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