El tercer encuentro. En el Arena Corinthians de Sao Paulo, Chile enfrentó a Holanda, en un juego que definió la posición clasificatoria de ambos en el Grupo B.
Nuestro caos. No se puede desconocer, por más que la pasión del hincha anule cierta percepción de lo que pasa en el campo de juego (esa pulsión entusiasta que me lleva a escribir sobre estos juegos, porque para ser sincero no soy un analista táctico ni a palos, para eso está mi Gurú Bonvallet), que la Roja no anduvo bien. El juego de los dirigidos de Jorge Luis Sampaoli fue desordenado, con pocos momentos claros -por lo bajo una llegada de Felipe Gutiérrez.
Y su estrategia. Volviendo al punto del hincha(pelotas) al uso: no faltan los que dicen que Holanda jugó ratonilmente. Como si su estrategia defensiva ordenada fuera una cosa barata. Pues no. Louis Van Gaal no fue un Pelao Acosta cualquiera en el mediodía paulista. Los naranjas enfrentaron a Chile de una manera ordenada e inteligente, haciendo que la posesión de la Brasuca por cuenta de los chilenitos valiera callampa, ¡CALLAMPA!, logrando salir de contragolpe cuando había que hacerlo. Todo un ejemplo de cómo se debe defender con las ideas claras, algo que el amargo de José Mourinho también sabe manejar.
Los goles holandeses. Fer a los 32´ del segundo tiempo y Depay en los agregados finales se encargaron de sellar la merecida victoria de Holanda. El 2-0 que deja a los de Van Gaal como punteros del B con 9, mientras que Chile clasifica segundo con 6.
¿Tiene la culpa el árbitro? Bakary Gassama, oriundo de Gambia, cometió ciertos errores durante los 90 minutos, pero no tiene la culpa de la derrota chilena. Argumento fácil y patético. La cagamos y Holanda fue superior, ¡SUPERIOR! Esa es la verdad, marmotas.
Ya está bueno que Sampaoli se deje de huevadas. Que se deje de poner al Gato Silva. Que se deje de poner a Jorge Valdivia (que ayer entró justamente por Silva) como actor secundario o terciario; el Mago debe jugar desde el minuto 0 o nada. Ya, por lo menos le doy un punto a favor cuando puso a Pinilla de refresco (contra Australia casi convierte). Como dijo el propio Bonvallet en el Hoyxhoy, tiene que hacer lo obvio.
Brasil nos espera el sábado. Igual que en Francia 98. Igual que en Sudáfrica 2010. En octavos de final debemos enfrentar a la verdeamarelha. Pero esta vez es más difícil. Porque los enfrentamos en su casa. Cierto es que este Brasil no es un Brasil extraordinario. Sólo tiene como hombres potentes a Neymar Jr y un par más. Pero Brasil es Brasil. Es su responsabilidad torcerle el cuello al cisne de la historia. Aunque nos toque un árbitro como las hueas. Aunque la FIFA nos quiera cagar. Chile no puede darse el lujo de tirar al basurero la chance de avanzar en una Copa del Mundo más y más y más. La mediocridad no debe ser camisa de fuerza para ustedes. Salgan a la cancha y demuestren lo mejor de si el sábado.
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