MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: un jugador de la NBA asume públicamente su homosexualidad

Otra ráfaga de viento fresco corre en el mundo, en lo que respecta a asumir el ser diferente, gracias al gesto que tuvo Jason Collins, jugador de básquetbol que participa en el torneo de la NBA. Este deportista de 2,13 metros declaró, mediante una carta publicada en la revista Sports Illustrated, que es homosexual. De esta manera, Collins, que jugó en Boston Celtics y actualmente lo hace en Washington Wizards, es el primer basquetbolista, y el primer deportista profesional norteamericano, que manifiesta tener otra inclinación sexual. Sus compañeros de equipo lo apoyaron de inmediato, lo mismo pasó en otras escuadras del torneo de básquetbol más atractivo del mundo, y no faltó la felicitación del Presidente Barack Obama. Siempre es un acierto que en terrenos donde supuestamente campea el macho cabrío machistoide al uso aparezca alguien que tiene otra opción. Así fue cuando Rob Halford, histórico cantante de Judas Priest, banda de heavy metal, salió del closet. No me extrañaría que en un futuro cercano algún jugador de fútbol americano también alce la voz para hablar por su diferencia. Al mundo esto le hace bien. Tanto como que en Argentina, Uruguay y Francia el matrimonio homosexual ya esté legalizado. Acá, mientras sigan cacareando los "defensores del matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer", los Francisco Javier Donoso, los Jorge Reyes, los UDI cabeza cuadrada, difícil.