MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: desde el cajón de la memoria lúdica

DECUR
Pedacitos de mi Alma
Galería Plop!

Aquí, otra demostración completa de que Argentina también sabe entregarnos trazos bellos, profundos y de un humor entre lo familiar y lo absurdo: la exposición de Guillermo Decurgez, Decur para que nos entendamos mejor. Su universo es tan atractivo como el del destacadísimo Liniers, a quien el héroe de marras dice valorar; haberlo visto en televisión fue el motivo que le hizo empezar su camino como dibujante. Es un motivo recurrente en las raciones de Decur la aparición de un cajón, sea como "Árbol", "Computadora portátil" o como locación estupenda para celebrar "El cumple del bosque". Ese cajón asoma como una representación concreta de la memoria que guarda espacio para quedarse o partir, para mantener lo que a uno le sirva para avanzar o en su defecto apartar lo innecesario. Esa memoria que ayuda a entrar en cada situación que Decur colorea lustrosamente, donde peces, zorros, alumnos, marineros, niños y padres refuerzan el afán lúdico, la iluminación de lo que viene a acariciar la curiosidad por enésima vez, como si fuera la primera, agregando guiños a Albert Einstein y Jorge Drexler en el camino. Acérquense a sus colores, que hay tiempo hasta el 30 de junio.

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