PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: los sarpullidos brillantes de Dadalú

Una de las voces más entusiastas del panorama musical nuestro, en el zarandeo del siglo XXI desarrollándose, es la de Daniela Saldías, más conocida como Dadalú, quien desde la independencia ha ido probándose la tricota de proyectos tan diversos como World Music, Juliarose, Iris y Colectivo Etéreo. Conocer a Daniela es algo que recomiendo, pues ella sabe contagiar esas ganas de ponerse frente al sol o a las nubes para que los pensamientos crezcan como sarpullidos, se desplieguen impuros y reales. Habitualmente, la Saldías se amparaba en fondos sintéticos tirando a casiotónicos para tirar sus rimas, los cuales han dejado algo de espacio a instrumentaciones más orgánicas, con presencia de bronces, cello y flauta traversa. Todo eso se concreta en PERÍODO (Michita Rex/Ponk, 2011), su debut oficial en solitario, un más que amigable artefacto donde la magia está en surcos como "Gracias", "No sé empezar" o el reggae de "Tengo" (compuesto a medias con Fakuta), además de las raciones uptempo de "Brilla" y "Por favor", la balada "Te quiero tanto" y "Conmigo", posiblemente el instante más crispado de todo este PERÍODO, el lamento frente al muro de la incomunicación constante, a lomo de arreglos camerísticos, una vía lustrosa y distinta para el hip hop que Cómo Asesinar a Felipes también conocen de sobra. Dadalú, insisto, contagia luminosamente, a sabiendas de que lo suyo busca otra vara de medir: Dos en una no se pueden entender/porque lo que hago no se puede vender, tal como entona en "Se necesita vendedora".

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