CAJA MALDITA: Lola

Juan Pablo Flores apuntaba hace poco, en el CLUB DE LA COMEDIA (Chilevisión), lo buenos que somos los chilenos para ver telenovelas, sean de donde sean. Particularmente, yo fui un seguidor religioso de las nacionales durante los noventas. Viviendo ya en estos nuevos tiempos, me cuestiono bastante el hecho de ver cualquier cosa en la cajita, no me trago cualquier cosa, y si tengo que observar fragmentos, que sea para no engañarme y tener una opinión mediana.

En estos meses he decidido volver a hacer uso del horario vespertino para seguir la historia de LOLA (Canal 13, lunes a viernes 20:00), que es una de las adaptaciones que se están haciendo de un guión anglosajón; la versión argentina se llama Lalola. Lalo Padilla (Jorge Alberti) es un publicista muy valorado, y seguido por las mujeres. Se cruza en su camino una tal Romina (Catherine Mazoyer), a quien ignora olímpicamente, tras prometerle todas esas mamonadas romanticonas que ciertos hombres dicen. Esta mujer se toma revancha, y logra con ayuda de alguien que Lalo despierte convertido en... ¡Lola!, con las consecuencias correspondientes que incluyen ese grito desesperado que emitió al final del primer capítulo. Sólo a su amiga y vecina, Grace (Ingrid Cruz), le puede contar la verdad. Para el señor Aguirre (Héctor Noguera), dueño de la agencia High Tech, para el irascible y envidioso Gastón (Diego Muñoz), para el fotógrafo Diego (Gonzalo Valenzuela) y los demás, Lola es la prima de Lalo, y tendrán que mamarse cada situación bizarra, mientras ella (o él) se acostumbre a esas tetas que son un estorbo, o a que le llegue la... Blanca Lewin se luce encarnando a Lola, el mejor gancho para ver esta historia, si no hay otro, es ella. Tómese en cuenta también la presencia de Solange Lackington, Luis Gnecco, Arantzazú Yancovic y Nicolás Saavedra, entre otros. Es cierto que no estamos ante una producción con la calidad y las temáticas de Machos (2003), el último acierto real del Área Dramática del 13, pero a un producto de este tipo no se le puede pedir más. Cada género tiene sus leyes, y LOLA tiene historia (lo dice la canción de Café Quijano que se recicla; ya se usó primero en Cerroalegre -1999-, ya ven). Te lo dijeron, viejo, con las mujeres no se juega...