MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: Naya Fácil concreta otra de sus locuras en una iglesia de Caldera

Con el paso de los años hemos sabido que hay quienes van a la iglesia a llorar, como Elvis Presley. O a grabar clips, como Los Tres. O a grabar discos, como Arcade Fire. O a protestar contra Putin, como las Pussy Riot. Y ahora no contábamos con que Naya Fácil, jovencita popular en redes sociales por sus acciones guarras y por ofrecer sexo oral, entraría a un recinto religioso. La susodicha fue a la Iglesia San Vicente de Paul en Caldera, llegó al altar y se puso a mostrar un pezón y su trasero sin vergüenza alguna. Apenas se supo de esto, los habitantes pusieron el grito en el cielo, y tanto la alcaldesa Brunilda González como doña María Elena Araya, vocera de la comunidad parroquial en esa ciudad de la Región de Atacama, han manifestado su rechazo a esta performance singular. La protagonista de esta polémica se defiende en su cuenta de Instagram señalando que no gritó contra el catolicismo ni rompió nada, que sólo mostraba el cuerpo que Jesús le dio. Hablando desde mi postura, y aunque yo creo en Dios mas mi fe no me obliga para nada a rezar todos los días ni a ir muy seguido a misa y a leer La Biblia, no me ofende en sí esta chifladura. Lo que me preocupa es que esta Naya Fácil tiene una compulsión desmedida por hacer cosas bizarras que rayan en lo estúpido para llamar la atención. Se ha grabado teniendo sexo con desconocidos, ha aparecido desnuda en medio de una carretera por la noche, se ha metido un cepillo de dientes por el culo, ha hecho eso mismo con gomitas Frugelé... Y hace poco contó en una transmisión en vivo que le metieron una cosa rara en el trago y abusaron de ella. Naya podrá ser muy descerebrada, obscena y putaza, pero ella tampoco se merece ser maltratada. Es uno de tantos ejemplos de que la democracia de internet no siempre es usada para cosas edificantes. Que alguien la ayude, por favor.